Puebla. Lydia Cacho, periodista, fue detenida en el año 2005 por la probable comisión de los delitos de difamación y calumnias, cargos presentados por el empresario Kamel Nacif a consecuencia de la publicación del libro Los demonios del edén, en el que la escritora describe fiestas en las cuales supuestamente se pervertía a menores de edad y en el cual se alude a Nacif y Jean Succar Kuri.
Luego de que la periodista fue detenida, la trasladaron de Cancún a Puebla y, en el trayecto, fue víctima de tortura psicológica.
En el año 2006, fueron difundidas las llamadas entre Kamel Nacif y Mario Marín, ex gobernador de Puebla, en las que el mandatario manifestó su apoyo al empresario (Kamel para) imponerle un "correctivo" a Cacho.
A continuación la llamada que fue difundida:
Luego del escándalo que se generó por la conversación, Marín Torres apareció en el informe de labores del entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia en la entidad, Guillermo Pacheco. Ahí, tomó el micrófono y dio un mensaje ante la insistencia de reporteros:
Enseguida señaló a Valentín Meneses, entonces coordinador de campaña del candidato del PRI al gobierno de Puebla, Alberto Jiménez Merino. Se despidió de Pacheco Pulido y emprendió su camino hacia la camioneta que lo llevó al sitio.
El caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de Nación debido a que fue creada una Comisión Investigadora, sin embargo, el Pleno se abstuvo de señalar al ex gobernador Mario Marín como supuesto responsable de la violación a las garantías individuales de Lydia Cacho y como no se demostró la existencia de una falta grave a sus derechos, en términos del artículo 97 constitucional, motivo por el cual no era necesario un pronunciamiento sobre el caso, con lo que concluyó el asunto.
Con seis votos contra cuatro, la Corte dejó claro que si bien la Comisión Investigadora puso al descubierto algunos actos indebidos y violación a las garantías individuales de la escritora, durante su traslado de Quintana Roo a Puebla, éstas no fueron graves sino “menores”, por lo que desechó la existencia de un “concierto de autoridades” para atentar contra Lydia.
El miércoles 4 de febrero, Mario Marín fue detenido por la FGR tras un cateo en un inmueble de Acapulco y luego trasladado a Quintana Roo.