Puebla. Habitantes y comerciantes de la calle Francisco Villa, en la colonia Santa María la Rivera, ya no soportan el olor y la suciedad ocasionados por el incendio que consumió a la bodega de abarrotes ‘Scorpion’ el pasado 7 de marzo.
Ya pasaron seis semanas y el lugar del siniestro no ha sido atendido. Con los calores y las lluvias, se volvió un foco de infección latente.
La familia Badillo Sánchez tuvo que comprar malla antimosquitos para forrar sus ventanas y patios solo para tratar de disminuir la presencia de moscas.
Esta situación aleja a los clientes, por lo que las ventas y servicios de negocios locales comienzan a registrar pérdidas; además, la condición de las calles ha originado accidentes.
En su desesperación, los vecinos se organizaron para limpiar la calle; sin embargo, la grasa es imposible de retirar, el cloro y el jabón no son suficientes.
Y por si fuera poco, durante las noches hay personas que pernoctan al interior, por lo que se encienden las alarmas por un posible nido de delincuentes.
INFORMACIÓN: DAVID ALVÍDREZ, TELEDIARIO PUEBLA