MONTERREY.- Arriesgando su integridad, un joven se paró en medio del tráfico de Constitución para auxiliar a un conductor que se acababa de estrellar contra el muro de contención.
Raúl Sergio Rodríguez Salazar estaba atrapado, herido y lleno de sangre, dentro de su auto Stratus, que quedo de frente al intenso tráfico de la avenida Constitución, bajo el puente de Pino Suárez, en medio de los carriles y de la curidad.
Vio la muerte de frente y resignado la esperó, pero entonces, surgió una luz...Era el destello de la lámpara de Omar, un joven que pasaba y al ver el accidente, se detuvo a ayudarlo.
Omar es paramédico y trabaja para una empresa particular. No conocía a Raúl Sergio, ni tenía obligación de detenerse, pero su vocación de servicio le hizo detener su coche en medio de la transitada avenida Constitución y afrontar los riesgos para atender a un conductor recién accidentado.
Aún estaba oscuro, y sin señalamientos Omar pudo ser atropellado, o el Stratus impactado por un conductor distraído.
Pero él sabe que los primeros minutos son vitales, porque la atención recibida puede determinar la vida o la muerte de lesionado.No lo pensó.
Finalmente llegaron paramédicos de la Cruz Roja Mexicana y rescatistas de Protección Civil del Estado, que encontraron al conductor tranquilo y estabilizado, gracias a la intervención de Omar, quien, como todos los héroes, se retiró otra vez al anonimato.
Rja