Lizeth ha demostrado a la sociedad que la mujer tiene las mismas habilidades que los hombres, pues trabaja en oficios que normalmente solo los hombres se desenvuelven.
Lizeht Hernández se dedica a la reparación de electrodomésticos, línea blanca, lavadoras, refrigeradores y algo de fontanería, plomería y de repente le sale trabajo de pintar casas y mantenimiento.
Derivado del deterioro de la salud de su mamá, tuvo que dejar su trabajo como gerente en una tienda donde se dedicaba a las ventas y emprendió su propio negocio desde hace dos años, pues requería de estar más tiempo en la casa.
Dijo que eligió este trabajo porque cuando la despidieron ya no encontraba, llegó a una ferretería a trabajar y aprendió el oficio de plomería, luego, en otro trabajo, comenzó a convivir con técnicos y le enseñaron cómo reparar los aparatos y le fue más conveniente trabajar así que en una oficina.
En cuanto al riesgo, aseguró que puede haber la posibilidad de que estos sean más comparado con un trabajo de oficina si no sabes usar las herramienta, aunque tiene un plus con sus clientes quienes le han externado que confían más en las mujeres que en los hombres para dejarlos pasar a la privacidad de su casa.
Señaló que cualquier mujer es capaz de hacer lo que quiera siempre y cuando tenga los conocimientos y todas coincidieron que los límites están en la mente.