La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) renovó por quinta ocasión el bono catastrófico para sismos, esta vez de manera conjunta con los países que integran la Alianza del Pacífico.
El bono tendrá una vigencia de dos años, hasta el siete de febrero de 2020 y brindará una cobertura por hasta 260 millones de dólares, detalló Hacienda en un comunicado.
La renovación implicó "innovaciones que mejoran los montos de cobertura y las condiciones de activación". Además, "la alta demanda permitió condiciones de precio favorables", agregó.
El bono tiene dos series. La primera cubre hasta 100 millones de dólares y se activará con sismos de intensidad moderada (desde 7.0 grados en el centro del país), y la segunda cubre hasta 160 millones y se activará con sismos más intensos (desde 7.4 en el centro del país).
Por su parte, en terremotos con epicentro en las costas, la cobertura se activará con magnitudes de 7.9 grados o mayores.
En caso de que se presente un sismo de gran intensidad, ambos bonos se adicionan, por lo que el monto máximo de recuperación puede ascender a 260 millones de dólares.
"El pago de indemnizaciones se activará con base en parámetros de intensidad, ubicación y profundidad del epicentro, verificados por una agencia internacional independiente, sin necesidad de requerir la valuación de daños", explicó la dependencia.
El bono catastrófico se diseñó en conjunto con los miembros de la Alianza del Pacífico -conformada por México, Chile, Colombia y Perú- mientras que el Banco Mundial participó como asesor técnico en el diseño del instrumento y como emisor de la transacción.
En noviembre de 2017, el gobierno federal obtuvo una indemnización de 150 millones de dólares por la cobertura para riesgo de sismo contratada en el bono catastrófico "Fonden 2017".