México es un país lleno de jóvenes y lamentablemente eso complica que muchos de ellos no tengan oportunidad de contar con un trabajo digno o que no tengan acceso a la educación lo que no les deja otras alternativas más que caer en las manos del crimen organizado; así lo señaló el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola.
El nuncio, estuvo de visita en el estado de Guanajuato en el municipio de Silao donde se llevó a cabo el evento Laicos de brazos abiertos, donde resaltó que una manera de disminuir los índices de delincuencia que se registran en el país es acercar más la iglesia a los jóvenes ya que son ellos los que son utilizados por los carteles como carne de cañón.
“En algunos lugares del país donde no hay perspectiva por los jóvenes, donde no hay posibilidad ni de estudio, ni de trabajo muy fácilmente los carteles acaparan los jóvenes y los hacen carne de cañón, el principal compromiso de la iglesia es acompañar a los jóvenes, no dejarlos solos y del estado es ofrecerles oportunidad de estudio y de trabajo”.
Comentó que la Iglesia aún no está preparada para acompañar a los jóvenes de la misma manera que lo hacen con los niños cuando los preparan para realizar su Comunión o Confirmación y que dejar solos a los jóvenes en su adolescencia es lo peor que se puede hacer porque es cuando más apoyo necesitan.