MONTERREY.- Más allá del impacto en el ecosistema, los efectos negativos a la salud han ocasionado que familias enteras se muden de la zona de las pedreras.
Estudios revelan que la extracción y trituración de piedra caliza, especialmente para la producción de cemento, representa un grave problema para los habitantes.
El doctor Rodolfo Posadas Valay, especialista en neumología, aseguró que aunque los pulmones son los más vulnerables, la exposición a esta mala calidad en el aire podría afectar otros órganos cómo los ojos, oídos y hasta la piel.
El especialista mencionó que estas partículas se sedimentan a una velocidad lenta que pueden ser inhaladas por el humano, incrementando el potencial tóxico.
Debido a que hasta el momento, el gobierno no ha presentado soluciones para una mejor regulación y control de las pedreras en el estado, el doctor recomendó a la población aledaña a esas zonas, evitar hacer actividades al aire libre y acudir con un especialista para realizarse una prueba de respiración conocida como espirometría.
La opinión del Neumólogo se dio luego de que el gobierno del Estado publicó un decreto a sólo unos días de acabar la actual administración, en la cual se eliminan las restricciones en las zonas aledañas a las pedreras lo que abre la puerta al desarrollo de viviendas en estos lugares.
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