Su nombre era Dulce Gabriela Castañeda y tenía 30 años de edad cuando el hombre que juró amarla le arrebató la vida. El 21 de junio del 2019, Dulce fue encontrada sin vida al interior de una finca cercana a su casa ubicada en el municipio de Tonalá. A las cinco de la mañana su madre recibió la fatal noticia por teléfono, era Gilberto Javier Olivares Villareal, esposo de su hija, quien aseguró que Dulce se había suicidado.
Leer también: Acumula Jalisco más de 110 mil casos de coronavirus
Familiares no aceptaron esta versión, aseguran que horas antes de su muerte, Dulce había enviado mensajes de whatsapp a sus hermanas alertándolas de la violencia física de la que estaba siendo víctima en ese momento por parte de Gilberto y otras dos personas.
“Ese día les empieza a mandar mensajes de que estaba siendo agredida por una mujer llamada Mayra, que la estaba hostigando en su domicilio, que ella le tenía que dar un dinero de una tanda y dice que ella no puede ir a recoger el dinero porque está enferma de un riñón. Esta mujer en contubernio con su esposo y el esposo de mi hija, entre los tres se la llevan al domicilio de estos y ahí la golpean, le jalan los cabellos”, detalló Enrique Castañeda, papá de Dulce Gabriela.
Dulce fue encontrada con una soga en el cuello y severos golpes en algunas partes de su cuerpo, no obstante, la causa de su muerte fue declarada como suicidio, por ello, su familia pide justicia, quieren que su se abra una carpeta por el delito de feminicidio. Cristian Castañeda, hermana de Gabriela mencionó que en los papeles de la autopsia que ella solicitó se especificaba que el cráneo presentaba un hematoma.
“A todas luces ellos quieren aparentar un suicidio siendo que no es cierto, si ponen a investigar van a encontrar muchas causales de que estos tres tipos tuvieron que ver con su muerte”, explicó el afligido padre.
Dulce no solo vivía con miedo, meses antes había sido amenazada por Gilberto, quien le dijo que le quitaría a los tres hijos que ambos procrearon. Dulce comenzó a estudiar la licenciatura en derecho para poder tener herramientas y defenderse, no pudo ver hecho este sueño realidad, pues curzaba el cuarto semestre de la facultad cuando dejó de existir.
Leer también: Acumula Jalisco más de 110 mil casos de coronavirus
Como su causa de muerte fue por suicidio, no hay culpables en su historia. Gilberto se quedó con dos de sus hijos y está en total libertad. Antes de su muerte, ya había acudido a la Fiscalía para declarar y denunciar que era víctima de violencia intrafamiliar, sin embargo, desistió por miedo.
“Lo curioso es que él trabaja en el Congreso del Estado. Gilberto Javier Olivares trabaja aquí y de eso se apoya. La diputada Ester de Movimiento Ciudadano es la que lo está apoyando y gracias a eso se nos está truncando todo”, expuso su hermana.
La familia comparte la historia de Dulce en busca de justicia, esperan se reabra su causa y que se hagan las investigaciones correctas para que paguen los verdaderos autores del crimen.