Puebla. El rostro de Jesús ensangrentado que sucumbe ante la cruz. Su mirada de misericordia representa su caída antes de pasión y muerte.
El Señor de las Maravillas, el de los milagros. Una imagen esculpida en el siglo XVII con la madera de un árbol que derrumbó un rayo frente a la parroquia de San José.
Su devoción nace de un relato popular. Se dice que una mujer le rezaba a la imagen y todos los días le llevaba flores, después visitaba a su esposo en la cárcel de Juan de Dios en donde conoció a otro preso solitario, a quien decidió llevarle comida.
Su marido fue liberado pero ella continuó su labor caritativa. Un día su esposo la interceptó diciéndole:
Y sí, la comida se convirtió en flores. Buscaron al preso y ya no estaba, de ahí la devoción.
La figura tiene el tamaño de un hombre real y pesa 70 kilos. Su hogar, el templo de Santa Mónica de la calle 5 de mayo y 18 oriente.
Es la imagen más querida de Puebla, la llevan a cuestas en el Vía Crucis. Ante él claman piedad, salud y trabajo.
ISRAEL GEORGE - TELEDIARIO DIGITAL