La presencia de lluvias en los últimos días podría simular que la situación del campo lagunero está garantizada; sin embargo, a 100 kilómetros al sur de la Comarca Lagunera existe una comunidad donde su gente ha comenzado a emigrar por un solo tema: la sequía.
Es el ejido "Oriente Aguanaval", el cual tiene cerca de dos mil personas de población.
Su historia data del año 1936, donde primero fue una hacienda y posteriormente el Gobierno Federal ofreció a los trabajadores las tierras para salir adelante.
Sin embargo, desde 2016 los cambios climáticos han causado serios estragos; la falta de agua en el cauce natural del Río Aguanaval provocó que las temporadas de siembra del maíz, el frijol y la alfalfa, además de la calabaza no se den.
Cecilio Diaz tiene 87 años y asegura que sus manos son aún fuertes para trabajar la tierra. Pese a la voluntad e Infraestructura que dicen existe en maquinaria, señala que solo les falta un elemento: el agua.
Eutacio recorre a pie y sobre sus huaraches de llanta las tierras que hasta hace dos años fueron generosas. Recuerda cómo eran espacios verdes que garantizaban la alimentación del ganado y la población.
Mercedes Díaz producía hasta el 2016 alimentos como frijol, maíz, sorgo, calabaza y alfalfa como su mayor cultivo, lo cual cubría hasta 800 pacas por mes, lo que este año solo llegará a 500.
A sus 26 años, José Filemón Diaz Favela se ha convertido en el comisariado ejidal como su padre y su abuelo y señala que la ayuda del gobierno es nula.
José señala que, de no atenderse el problema de la sequía, situaciones como la migración dejaran poco a poco un pueblo fantasma, pero además la muerte del ganado será un proceso irreversible, toda vez que la sequía ha causado además la proliferación de plagas.