Uno de los 51 prófugos del penal de Aguaruto, Culiacán, es Bladimir "N", de 22 años de edad, acusado de asesinar a su novia Diana Giselle, una joven de 19 años que tenía cuatro meses de embarazo.
En entrevista para MILENIO, Laura Piña, abuela la víctima, dijo temer por su vida, pues asegura que el asesino de su nieta es “violento, vengativo y un tipo sin escrúpulos” y teme que ande merodeando por su casa y quiera hacerle daño.
Bladimir “N” fue detenido el 30 de septiembre en la ciudad de Guamúchil, una semana después de haberle disparado en ocho ocasiones a su novia, mientras ella salía de su domicilio.
Un día después de su detención, la primera audiencia en su contra se celebró ante un juez de control. Ahí, frente a la señora Piña, el joven fue vinculado a proceso y puesto en prisión preventiva, hasta que el abogado del feminicida obtuviera las suficientes pruebas a favor de su cliente.
Tres días después sus abogados defensores admitirían la culpabilidad del joven y declararon que aceptarían un procedimiento abreviado, para negociar y disminuir la condena; sin embargo, durante el enfrentamiento entre militares y sicarios en Culiacán, también se llevó a cabo la fuga de al menos 51 reclusos, Bladimir entre ellos.
De haber terminado el proceso, el joven feminidad hubiera tenido que pagar una condena de al menos 55 años por el delito de feminicidio y aborto gravado, pero hoy ya esta libre y la familia de Giselle no quiere ni salir de casa.
"La presión se le subió y cayó en cama"
Ellos viven en una comunidad a las orillas de Cualicán. Su casa no tiene puerta ni zaguán, sino una reja que cierran con un candado. Son una familia humilde, integrada por el padre de Giselle, dos hermanos y su abuela.
El padre de Giselle está enfermo, pues aseguran que al enterarse de la fuga del asesino de su hija, “la presión se le subió y cayó en cama”.
No esperan nada, sino solo justicia y que alguien les ofrezca protección hasta que encuentren y detengan nuevamente al feminicida.
La mayoría de los demás reos, quienes purgaban condenas por daños contra la salud y posesión de armas exclusivas del Ejército, salieron por la puerta principal del penal.
Un video compartido por usuarios en redes sociales muestra el momento en que los reos salen corriendo hacia la carretera Culiacán–Navolato.
Uno de los 51 prófugos del penal de Aguaruto, Culiacán, es Bladimir "N", de 22 años de edad, acusado de asesinar a su novia Diana Giselle, una joven de 19 años que tenía cuatro meses de embarazo.
En entrevista para MILENIO, Laura Piña, abuela la víctima, dijo temer por su vida, pues asegura que el asesino de su nieta es “violento, vengativo y un tipo sin escrúpulos” y teme que ande merodeando por su casa y quiera hacerle daño.
Bladimir “N” fue detenido el 30 de septiembre en la ciudad de Guamúchil, una semana después de haberle disparado en ocho ocasiones a su novia, mientras ella salía de su domicilio.
Un día después de su detención, la primera audiencia en su contra se celebró ante un juez de control. Ahí, frente a la señora Piña, el joven fue vinculado a proceso y puesto en prisión preventiva, hasta que el abogado del feminicida obtuviera las suficientes pruebas a favor de su cliente.
Tres días después sus abogados defensores admitirían la culpabilidad del joven y declararon que aceptarían un procedimiento abreviado, para negociar y disminuir la condena; sin embargo, durante el enfrentamiento entre militares y sicarios en Culiacán, también se llevó a cabo la fuga de al menos 51 reclusos, Bladimir entre ellos.
De haber terminado el proceso, el joven feminidad hubiera tenido que pagar una condena de al menos 55 años por el delito de feminicidio y aborto gravado, pero hoy ya esta libre y la familia de Giselle no quiere ni salir de casa.
"La presión se le subió y cayó en cama"
Ellos viven en una comunidad a las orillas de Cualicán. Su casa no tiene puerta ni zaguán, sino una reja que cierran con un candado. Son una familia humilde, integrada por el padre de Giselle, dos hermanos y su abuela.
El padre de Giselle está enfermo, pues aseguran que al enterarse de la fuga del asesino de su hija, “la presión se le subió y cayó en cama”.
No esperan nada, sino solo justicia y que alguien les ofrezca protección hasta que encuentren y detengan nuevamente al feminicida.
La mayoría de los demás reos, quienes purgaban condenas por daños contra la salud y posesión de armas exclusivas del Ejército, salieron por la puerta principal del penal.
Un video compartido por usuarios en redes sociales muestra el momento en que los reos salen corriendo hacia la carretera Culiacán–Navolato.