A unos metros del barrio de San Juan de Dios en León, se ubica la calle Manuel Doblado la cual no corrió con la misma suerte que la ruta del peatón, pues lo que al principio prometía una ayuda en su imagen, sólo quedo en buenos propósitos.
“La problemática que tenemos aquí son los camiones urbanos que pasan por esta zona, vibran mucho, las casas y el piso o pavimento que tiene esta calle está muy deteriorado. Algunas calles fueron pavimentadas y cambiaron de imagen, pero aquí sigue igual que hace 50 años”, lamentó el señor Miguel Ángel Tapia, vecino del lugar.
Y es que no es solamente el daño de las calles por lo que padecen, aseguran que hoy en día el lugar se ha convertido en estacionamiento público de personas ajenas a la colonia, y no solo eso, pues también se hizo de la preferencia de los amantes de lo ajeno.
“Por desgracia, durante años vivimos todos muy tranquilos, pero últimamente si han habido visitas no deseadas. Que nos contemplen porque estamos en la famosa zona centro, somos una calle que remata hacia San Juan de Dios la cual iban a arreglar, esta calle todos los años uno o dos años por el paso de los camiones se hacen los dos los grandes hoyos”, reclamó don Javier Jiménez Lozano.
Entre la Díaz Mirón y Rosas Moreno se ubica la calle antes mencionada, se sienten olvidados por las autoridades, hay quienes viven desde la década de los 60´s, y desde 2014 lidian con unidades del transporte público que en un principio pasarían por la zona de manera temporal y al día de hoy continúa pasando por el lugar, dicen vecinos, con tal de tener despejado la zona centro, los han perjudicado a ellos.
“Estamos a una cuadra del jardín y es como si estuviéramos a dos kilómetros, a la mitad de la zona más olvidada de la ciudad. No sabemos por qué, pedimos de la autoridad que nos meta al presupuesto, no que nos haga un favor, u obras por cooperación, no tenemos necesidad por algo que pagamos cada año como es el predial, que por cierto ya me están cobrando y lo pago con gusto esperando se invierta en lo que se deba de gastar”, concluyó el señor Ricardo González Cervantes.