Tras el cateterismo cardiaco al que fue sometido hace dos semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador, los médicos que lo atendieron le dieron “licencia” para aplicarse a fondo durante los próximos dos años.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario aseguró terminar proyectos prioritarios como el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, luego de hacer una reflexión sobre el legado que dejará su administración: establecer la democracia y terminar con la corrupción.
“Nos estamos aplicando a fondo, por eso aproveché a ir al hospital, me hicieron estudios de todo y me dieron una licencia para dos años sin problema. Claro, falta lo que diga el creador, la naturaleza y la ciencia y la suerte. Pero estoy ya en plena recuperación y esto me va a ayudar mucho a que sigamos avanzando”, destacó.
Como parte de los logros de su gobierno, remarcó que los programas de desarrollo social se elevaron a rango constitucional, como la pensión a adultos mayores, a personas con discapacidad y becas para estudiantes; “eso no lo van a poder quitar, fue un gran avance”.
Pero lo más importante para el Presidente es que ya se ha logrado estigmatizar la corrupción, que no se repita nunca más un fraude electoral y que el gobierno debe ser austero.
“Que avergüence, que no dé como antes prestigio, que sea algo deleznable, repito, que avergüence y que podamos como contraparte poner por delante la honestidad como la mayor riqueza del pueblo, con eso nos damos ya por bien servidos.Y el complemento, todo eso que se robaban, se destine al pueblo sobre todo a los pobres. Por ejemplo, el que haya democracia, nunca más un fraude, la austeridad, que no haya, como decía Pellicer en su poema Cananea que ya no haya tuberculosis producida por hambre”, subrayó.
Reiteró que uno de sus objetivos es que ninguna de las obras que están en curso queden incompletas antes del 2024. Asimismo, reconoció como un pendiente el déficit de médicos en el servicio de salud pública.
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