La periodista mexicana Anabel Hernández, expone una serie de acontecimientos que vinculan una vez más el mundo de la farándula, la política y el narcotráfico en su nuevo libro titulado: “Las Señoras del Naco: Amar en el Infierno”.
Una de ellas es la relación que el ex líder del Cártel de los Beltrán Leyva, Marcos Arturo Beltrán Leyva, también conocido como “El Barbas”, “El Botas Blancas” o “El Jefe de Jefes”, tenía con las mujeres.
A pesar de que el capo sinaloense tenía fama de mujeriego, y que se le relaciona en el texto de Hernández con famosas mujeres de la vida pública y los medios de comunicación en México como Mariana Ríos, Raquel Bigorra, Paty Navidad, Betty Monroe, Karla Luna y Galilea Montijo, una ex pareja del narcotraficante matiza este tema.
Se trata de una mujer oriunda de Guerrero, y en cuyo testimonio se sustenta gran parte del argumento del libro de la periodista mexicana.
Aunque no se da a conocer su nombre real, dentro del relato se le llama Celeste, a quién, de acuerdo con el texto, Beltrán Leyva era tan cercano que tuvo un hijo con ella y solían dormir en la misma cama.
La mujer relata que a pesar del carácter duro y las sanguinarias ejecuciones que realizaba Arturo Beltrán Leyva como consecuencia de sus actividades criminales, era más bien un hombre tímido con las mujeres, una persona cohibida en la intimidad.
Además de esto, y de asegurar que, durante un tiempo en el año de 2004, el jefe de los Beltrán Leyva estuvo “ilusionado” con Galilea Montijo, la ahora conductora del programa de revista Hoy, de la empresa Televisa, Celeste contó algunos pormenores de la relación del capo con su esposa Marcela Gómez Burgueño.
En el capítulo 13 del libro, titulado “La favorita”, Celeste narró a la periodista Anabel Hernández que Arturo Beltrán Leyva le tenía miedo a su esposa, y describió la relación entre ellos como una con amor, pero con desconfianza por parte de ella, ya que se ponía celosa por las “aventuras” que el capo sostenía con una infinidad de mujeres.
De hecho, el texto ahonda en estas experiencias de la pareja, y se afirma que la propia Marcela llegó a denunciar a “El Barbas” con el Ejército mexicano luego de varios arranques de celos.
“Marcela era el amor de Arturo, quién diga lo contrario está mintiendo. Esa mujer lo gobernaba con pie de acero, es más, hasta le llegó a echar al Ejército ¡Ella le echaba al Ejército! Era una mujer muy aguerrida”, se lee en un pasaje del libro adjudicado a una declaración de Celeste.
- Nacional
¿Quién es Marcela, la esposa de Arturo Beltrán Leyva?
Ilyana Marcela, cuyo nombre ya había sido mencionado por Anabel Hernández en su libro "Los Señores del Narco", fue brevemente identificada como la esposa de Arturo Beltrán Leyva, aunque se sabía poco sobre sus antecedentes y personalidad en ese momento.
Fue en la obra "Las señoras del narco: amar en el infierno" donde se revelaron detalles sobre la relación entre 'El Barbas' y Marcela.
Originaria de Sonora, Marcela conoció a Arturo cuando tenía apenas 16 años. El narcotraficante quedó obsesionado con ella al verla y, sin obtener el permiso de sus padres, la "secuestró" en cierto sentido y la llevó consigo.
A pesar de que Arturo ya estaba casado con otra mujer y tenía dos hijos con ella, Marcela se unió a él y formaron su propia familia. Tuvieron dos hijas: Mony y la Pichona, como se detalla en el capítulo 9 Camino sin retorno, de “Las Señoras del Narco: Amar en el Infierno”.
Con el tiempo, Marcela logró ejercer un fuerte control sobre Arturo, llegando al punto de prohibirle ver a sus otros hijos. A pesar de su posición como narcotraficante, Arturo mostraba una actitud sumisa hacia su esposa, incluso llegando al punto de tener un temor palpable hacia ella, a pesar de su "devoción enfermiza".
Marcela estaba al tanto de las aventuras y fiestas de Arturo en Acapulco, lo que la convertía en una mujer extremadamente celosa. Cuando descubría sus relaciones extramaritales, hacía que la vida del capo fuera un tormento. Por esta razón, en las lujosas celebraciones, insistía en que todos los cocineros, chefs y meseros fueran hombres.
¿Cómo murió Arturo Beltrán Leyva?
El 16 de diciembre de 2009, Arturo Beltrán Leyva, uno de los narcotraficantes más influyentes de esa época, fue abatido por la Marina en un lujoso complejo residencial ubicado al norte de Cuernavaca, en el estado de Morelos.
Conocido por varios alias, como "El Barbas," "Botas Blancas," o "Jefe de Jefes," Arturo Beltrán pasó sus últimas horas atrincherado junto a un grupo de sus hombres en el conjunto residencial Altitudes "Punta Vista Hermosa," donde se enfrentaron en un enfrentamiento mortal con las fuerzas de seguridad.
Cinco días antes, la Armada había intervenido en una fiesta que se celebraba en un pueblo cercano a Tepoztlán, Morelos, donde se encontraban tanto el "Jefe de Jefes" como Édgar Valdez Villarreal, alias "La Barbie." En ese incidente, ambos lograron escapar tras un intenso tiroteo en el que tres sicarios perdieron la vida y otros once fueron detenidos.
Los soldados, movilizándose por tierra y aire, rodearon el edificio donde se encontraba el capo y también evacuaron las residencias cercanas. A pesar de estar en inferioridad numérica frente a los marinos, los sicarios de "El Barbas" optaron por enfrentarse hasta el final junto a su líder.
cog