En las ofrendas tradicionales del Día de Muertos es común encontrar elementos exclusivos de la festividad, como el pan de muerto, inciensos, frutas de temporada y las coloridas calaveritas de azúcar, pequeñas obras de arte dulces que se elaboran con azúcar, chocolate y amaranto y que además de decorar el altar guardan un significado especial a través de los siglos.
Ninguna ofrenda del Día de Muertos estaría completa sin las tradicionales calaveritas de azúcar. En TELEDIARIO te contamos que su origen proviene de las culturas mesoamericanas.
Cómo son las calaveritas de azúcar
El altar de muertos se decora con diferentes platillos y bebidas que gustaban a los fieles difuntos, además de una gran variedad de dulces como las tradicionales calaveritas, las cuales se elaboran con una técnica llamada alfeñique (palabra que deriva del sánscrito “phañita” y significa pasta de azúcar), misma que fue introducida por los españoles; consiste en una especie de caramelo formado de azúcar, con la que se elabora una pasta moldeable de la cual se obtienen varias figuras.
Los ingredientes básicos que se utilizan para su preparación son: azúcar de caña, clara de huevo para plato, jugo de limón y colorantes vegetales comestibles, por mencionar algunos.
Es importante señalar que estos dulces, con apariencia de cráneo, se pueden fabricar con amaranto o chocolate, mismos que se cuajan con miel o piloncillo y, por último, se decoran con pasas y arándanos.
Cuál es la historia de las calaveritas de azúcar
Las calaveritas de azúcar, chocolate y amaranto tienen sus raíces en las antiguas tradiciones mesoamericanas.
Y es que la muerte, para los antiguos mesoamericanos era sólo la conclusión de una etapa de vida que se extendía a otro nivel. En la práctica era común conservar cráneos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban el término de ese ciclo.
Los aztecas solían hacer figuras de amaranto mezcladas con miel como ofrendas a sus dioses, aunque después de la llegada de los españoles, el azúcar se convirtió en un ingrediente adicional, lo que dio lugar a las famosas calaveras de azúcar que conocemos hoy.
A la llegada y conquista de los españoles, los rituales que iban en contra de los preceptos de la religión católica fueron prohibidos y en muchos casos, ante la resistencia de los pueblos indígenas por eliminarlos, se sustituyeron por otros.
Es el caso de estos deliciosos dulces en forma de cráneos que sirven para recordar a los muertos y el destino que todos compartiremos, aunque también son una forma de agasajar nuestro paladar y mantener una de las tradiciones más ricas de México.
En México, cada entidad tiene una forma distinta de elaborarlos. En Puebla, los ingredientes principales son la almendra, el cacahuate y la semilla de calabaza, mientras que, en Oaxaca, son hechos con azúcar cristalizada y miel.
KGA