La defensa del narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán, quien fue sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos, interpuso una nueva moción en la que pide al juez Brian Cogan, desestimar el dictamen y ordenar su liberación, que ordene un nuevo juicio o en su defecto que programe una audiencia probatoria, como parte de una búsqueda de recurso legales que mantengan “vivo” su caso.
Para este nuevo intento, Guzmán Loera y su abogada, Mariel Colón, criticaron al equipo legal que defendió al narcotraficante y acusaron que “se le negó el derecho a la asistencia efectiva de un abogado”, pues los que contrató no le dieron una asistencia eficaz "al no solicitar una inspección en cámara de los documentos relacionados (con su extradición), no objetar varias mociones ex parte "presentadas por el gobierno con respecto al material protegido por CIPA", o incluso "para explorar la posibilidad de un potencial acuerdo de culpabilidad”.
En el caso de las fallas en el debido proceso en cuanto a la extradición, El Chapo argumentó que “impugnó la determinación del tribunal de distrito” donde lo señalaron “carente de legitimación para impugnar”, siendo que esta solicitud había “sido contaminada por fraude por parte de las autoridades estadounidenses”.
Asimismo, en el documento se aseguró que una regla incorrecta “posterior a la extradición” permitió “el enjuiciamiento en Brooklyn en lugar de Texas o California”.
Recordó que a pesar de que tribunal prohibía a la defensa inspeccionar los documentos presentados a México, “el abogado no exigió una inspección a puerta cerrada de esos documentos”, lo que impidió al Chapo apelar en su momento y “hacer un registro adecuado en apoyo de su impugnación de renuncia de especialidad”.
En cuanto a los puntos restantes, Guzmán Lorea señaló que su defensa —conformada inicialmente por Eduardo Balarezo y William Purpura, a quienes se unió después Jeffrey Litchman— “no objetó oportunamente las mociones ex parte del gobierno con respecto al material protegido bajo la Ley de Procedimientos de Información Clasificada”, lo cual le impidió presentar un desafío relacionado en la apelación.
Aunque reconoció la “improbable posibilidad” de que fuera absuelto, el equipo de defensores citados, no se esforzaron por trabajar una negociación de declaración de culpabilidad, así que desde su visión “el efecto acumulativo de estos errores” lo privaron de un juicio justo.
Sin embargo, en una apelación anterior, el tribunal concluyó que Cogan “condujo el juicio de tres meses con diligencia e imparcialidad, luego de emitir una serie de fallos previos al juicio elaborados meticulosamente”, por lo que confirmó la sentencia y todo el procedimiento.
El asunto llegó hasta la Corte Suprema de Justicia que al revisar este caso de apelación, lo denegó a principio de junio de este año, cancelando lo que parecía uno de los últimos recursos de El Chapo quien sin embargo, ahora lanza este postrero intento, que parece desesperado, por intentar revertir su condena que cumple en uno de los penales más estrictos del país, la SUPERMAX de Colorado.
Este documento fue ingresado ocho semanas y hasta el momento no ha habido una respuesta del juez que llevó el proceso y al que fue dirigido.
jvl