Michelle Arellano tiene 11 años, es originaria de Chiapas y ya fue galardonada con el premio internacional Líder transformando vidas, que le fue otorgado por Coaching sin fronteras por su trayectoria profesional, la cual la llevó a convertirse en un ejemplo de liderazgo en México y Latinoamérica.
A los nueve años, Michelle fue catalogada como una “niña genio”, pues cuenta con un coeficiente intelectual de 158 puntos, apenas dos menos que el famoso científico y físico Albert Einstein. Esto la llevó a recibir diversos premios de aprovechamiento escolar, mismos que le permitieron ingresar a la universidad para cursar la carrera de Medicina Humana.
Michelle, la estudiante de universidad más joven del país
Debido a que se encuentra ya estudiando la carrera de Medicina a los 11 años, Michelle es la estudiante universitaria más joven de todo el país.
Sin embargo, la pequeña sigue siendo como todos los niños de su edad: le gusta jugar, tiene amigos, arma rompecabezas, le gusta tocar el piano, asiste a clases de natación y de inglés. Por estas y más razones Michelle fue reconocida y galardonada el 18 de junio en el World Trade Center en la Ciudad de México, como un ejemplo para la juventud.
“Participaron más de 11 países, más de 150 personas y yo fui la más chica y la única chiapaneca, y esto lo recibí por mi trayectoria, de mis actividades académicas y de que soy astronauta virtual y embajadora espacial de Argentina y México, Colombia y Estados Unidos, en que soy divulgadora de ciencia en qué estado en foros nacionales e internacionales”, dijo Michelle Arellano.
El galardón internacional no es el único recibido por Michelle en 2024, pues el gobierno de Chiapas le entregó el premio estatal de la Juventud, en la categoría Actividades Académicas y Científicas, con lo que se le reconocen sus logros obtenidos en los diferentes ámbitos en los que ha participado.
Padres de Michelle la apoyan en sus metas y se sienten orgullosos
Los padres de Michelle han asegurado que se sienten orgullosos de ella y los logros que han obtenido a su corta edad, los cuales todavía no están terminados, pues la pequeña aspira a completar su carrera y estudiar una especialidad.
“Ella tiene una misión que es orientar a jóvenes, a que ellos cumplan sus sueños y cumplan sus metas, ser líder e impulsarlo a todo lo que ellos se propongan. Tiene 11 años de edad y todo esto ha logrado”, dijo Karina Elizabeth, madre de Michelle.
Pese al apoyo que le brindan sus padres, Michelle ha indicado que su mamá le dice que no se debe de sentir mal si saca una mala calificación.
“Mi mamá siempre me dice que que si saco una mala calificación no me sienta mal, pues estoy un poco chica todavía a pesar de mi capacidad mental. Tengo la intención de tener especialidad en cardiología vascular”, contó Michelle.
Compartir sus logros académicos a través de foros y conferencias le permitió a Michelle mantenerse concentrada en culminar lo que considera una meta en la vida: ser un especialista en cardiología y poder salvar vidas.
"Lo que más me gusta es que lo disfruto y me gusta mucho, que me apasionan y que no estoy obligada a hacerlo eso personalmente me gusta”.
¿Cómo se dieron cuenta los padres de Michelle que era una “niña genio”?
Sus padres informaron que comenzaron a sentir sorpresa desde los primeros años de vida de Michelle, pues desde su año y medio lograba pronunciar palabras en inglés. Luego, a los cuatro años, sabía leer y escribir de forma fluida. Antes de los 10 aprobó el examen Ceneval, que le acreditó sus estudios a nivel preparatoria.
Dentro de los máximos sueños de la todavía pequeña niña están encontrar la cura contra el cáncer y el autismo. Para ello espera poder seguir con sus estudios en universidades de Estados Unidos, con lo que podría obtener los conocimientos necesarios para cumplir todas las metas que tiene a futuro.
Pese a la inteligencia de Michelle, ella y sus padres se enfrentaron al rechazo de escuelas que afirmaban no poder enseñarle, ya que consideraban que su capacidad era muy alta, por lo que ahora busca estudiar permanentemente en una universidad chiapaneca qué le permite desarrollar sus habilidades.
"En los niños como ella que tienen sobre dotación intelectual. La adolescencia se vive tres veces más intensa, entonces tenemos un trabajo bien complejo como papás, pero siempre buscamos que cuando surjan inconvenientes nosotros como papás por medio del diálogo este lo mejor posible”, comentó su madre Karina Guillen.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, tres de cada 100 niños en el mundo tienen este tipo de capacidades que posee Michelle.
KT