El enfrentamiento ocurrido el pasado sábado 21 de septiembre en el complejo habitacional del Desarrollo Urbano Tres Ríos de Culiacán, dejó marcas imborrables en los residentes, pero una de las pérdidas más dolorosas fue la de Juan Carlos Sánchez, un padre de familia que, en su último acto de valentia, intentó proteger a su esposa e hija, una bebé que resultó intoxicada por gas lacrimógeno.
Durante el violento operativo, que dejó a su paso departamentos incendiados, puertas forzadas e impactos de bala en las paredes, Juan Carlos se encontró atrapado en medio del fuego cruzado. Mientras intentaba resguardar a su pequeña, las balas no le dieron tregua, y el abogado perdió la vida en el lugar.
Los vecinos recuerdan a Juan Carlos como un hombre emprendedor y dedicado a su familia, rechazando la versión del comunicado oficial que lo contabilizaba como un "civil armado."
“Él era muy buen vecino, muy servicial, muy atento, siempre estaba a disposición de que se nos ofreciera algo, más a mi que yo viva sola y mi hija siempre lo que se les ofrezca vecina, usted sin pendiente, muy buenos vecinos, una familia muy bonita”, relató la señora
Otra vecina dijo lamentar mucho la pérdida, pues era una buena persona.
"Nos duele mucho la pérdida de este vecino, él era una buena persona", comentó una residente que conocía a Juan Carlos.
Su suegro, visiblemente afectado, llegó temprano al departamento que fue testigo de la tragedia, mientras que veladoras encendidas cerca de la entrada rinden homenaje a la vida que se apagó en medio del caos.
El departamento donde vivía Juan Carlos muestra las cicatrices de la violencia: puertas quemadas, balas incrustadas en las paredes y el polvo cubriendo los pisos tras la explosión que devastó el lugar.
En otro de los edificios cercanos, la fachada también está visiblemente dañada, como una estampa cruda de los momentos de terror vividos por los habitantes.
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Mientras las autoridades continúan con las investigaciones, personal municipal acudió al complejo habitacional para brindar apoyo a los residentes, ofreciendo alimentos, limpieza y comenzando con las reparaciones de puertas y ventanas en las viviendas afectadas.
Sin embargo, para la familia de Juan Carlos Sánchez, nada podrá reparar la pérdida de un padre, esposo y vecino que en sus últimos momentos demostró su amor y valentía.
DR