Dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados dentro de una iglesia en el poblado de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua cuando intentaban proteger a un hombre quien también perdió la vida a manos de un desconocido; sus cuerpos fueron robados.
El triple homicidio causó indignación en la región y la Compañía de Jesús exige a las autoridades la recuperación de los cuerpos y que implementen todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de los jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui.
“Hasta ahorita creo que al sacerdote todavía se le había respetado la persona, a la figura del sacerdote, se le había respetado en Chihuahua, en la Tarahumara, ya no hay eso por lo visto, y bueno es una gracia del Señor que nos conceda dar la vida por los demás. Los dos sacerdotes corrieron a auxiliar al que estaba acosado, al que había sido victimado ahí dentro del templo y fueron a decirle “oye tranquilo, ¿qué pasa? este no es un espacio para que hagas estas cosas, en ningún lugar se debe hacer, etc. Pero dentro de su situación alterada, de droga y alcohol, posiblemente, esa fue la decisión que tomo este sujeto y mató a los dos compañeros”, expresó el sacerdote jesuita Javier Ávila quien se encuentra bajo un programa de protección por las amenas que recibió en 2014.
Presuntamente esos hechos fueron cometidos por el líder de una organización delictiva identificado extraoficialmente como José Noriel Portillo Gil , “El Chueco”
Los hechos fueron reportados a las autoridades alrededor de las 18:00 horas de este lunes indicando que tres personas fueron asesinadas luego de que un hombre se refugiara en una iglesia para resguardarse de un ataque.
El presunto agresor identificado extraoficialmente como “El Chueco” entró a la iglesia y empezó a agredir a otro hombre fue entonces que los dos sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar intervinieron para auxiliar a la víctima y pedirle al agresor que se tranquilizara.
Pero el presunto delincuente mató a las tres personas y luego los sacó para arrojarlos a la caja de una pick up y se los llevó, aunque un tercer sacerdote le suplicó que dejara los cuerpos.
“A pesar de que el otro sacerdote, compañero nuestro que estaba ahí que también salió le dijo por favor, mínimo déjame los cuerpos no te los lleves, no le hizo caso y los aventó a la pick up y se los llevaron. Ya hay un operativo para buscar tanto al delincuente como los cuerpos. Seguimos en espera”, dijo jesuita Javier Ávila quien agregó que el responsable esta perfectamente identificado y pertenece a una organización delictiva con rango.
A través de un comunicado de prensa la Compañía de Jesús condenó el asesinato y exige a las autoridades la recuperación de los cuerpos y que se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de los jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui.
“Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas. También demandamos que de forma inmediata se adopten todas las medidas de protección para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”, se indica en el parte de prensa.
Por su parte, el Gobierno de Chihuahua informó que ya se activaron los mecanismos de coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional para brindar seguridad a los pobladores del lugar y se activó una línea especial en el número de teléfono 911 para personas que tengan familiares en el poblado y necesiten información.
Extraoficialmente el asesinato de los dos sacerdotes y la otra persona se atribuyen a José Noriel Portillo Gil, apodado “El Chueco”, quien pertenece a una organización delictiva y al parecer al momento de los hechos se encontraba alcoholizado y drogado.
mvls