El Ejército intensificó en los últimos meses sus acciones contra el Cártel de Sinaloa en su bastión, pues los aseguramientos de drogas –principalmente fentanilo–, así como de narcolaboratorios, se incrementaron.
De acuerdo con un informe de la Unidad de Transparencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los decomisos de cocaína, metanfetamina y fentanilo en esa entidad crecieron de forma considerable de enero de 2020 a marzo de este año.
Respecto al fentanilo, en 2020 personal castrense aseguró 67 kilogramos en esa entidad, mientras que en 2021 la cifra fue de 187 kilos. Para 2022 se logró el decomiso de 373 kilos, es decir 456 por ciento más que en 2020 y 99 por ciento más que en 2022.
Mientras, del primero de enero al 10 de marzo de este año, los militares suman 467 kilogramos de fentanilo asegurados, es decir, que en los primeros 70 días del año, aseguraron 42 por ciento del fentanilo decomisado en todo el presente sexenio.
Al respecto, David Saucedo, especialista en seguridad, señaló que la presión del gobierno de Estados Unidos a México para combatir el tráfico de fentanilo ha influido en el aumento de los aseguramientos de esta droga.
“El gobierno norteamericano está ejerciendo presión contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador por la producción de fentanilo en México, y también por la exportación de fentanilo que llega desde China, pero que pasa por México. Hay una serie de decisiones y de acciones que ha tomado el gobierno mexicano para atender esta presión de los norteamericanos”.
Respecto a la metanfetamina, en 2020 se aseguraron 1,979 kilogramos en Sinaloa, al año siguiente 8 mil 384, es decir, 323 por ciento más; en 2022 la cifra fue de 11 mil 630 kilos, que significó 38 por ciento más que el año anterior.
En cuanto a la cocaína, en 2020 el Ejército aseguró 288 kilogramos en Sinaloa, pero en 2021 la cifra bajó a 115; sin embargo, 2022 concluyó con 455 kilos decomisados, es decir, 295 por ciento más que el año anterior.
Narcolaboratorios
Según el documento de la Sedena, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, en Sinaloa se ha asegurado 89 por ciento del total de los laboratorios de droga sintética.
Del primero de enero de 2019 al 15 de febrero de este año, los militares localizaron e incautaron 492 laboratorios clandestinos, de los cuales 438 estaban en algún municipio sinaloense.
“La mayoría ya estaban instalados desde hace tiempo, pero para la producción de metanfetamina fueron reconvertidos”, expuso David Saucedo.
A mediados de febrero, el Ejército aseguró un centro de manufactura de pastillas de fentanilo y el laboratorio con mayor capacidad de producción de metanfetamina en Culiacán. Los militares hicieron un reconocimiento terrestre en inmediaciones de Pueblos Unidos, donde también hallaron un centro de producción y un laboratorio clandestino para la elaboración de droga sintética.
Para el especialista, es extraño que en esos aseguramientos no se den enfrentamientos significativos entre miembros del cártel y fuerzas federales.
“Lo que vemos es que son decomisos sin disparar una sola bala, son decomisos sin personas capturadas en la mayoría de los casos; son decomisos de laboratorios que están abandonados, es muy sospechoso. Da la sensación de que el Cártel de Sinaloa defendería con toda su fuerza sus narcolaboratorios, sus embarques, pero no”.
Principales detenciones
El Ejército, en coordinación con otras instituciones de seguridad, logró dos de las detenciones más importantes del sexenio.
La primera, el 5 de enero en Culiacán, donde fue capturado Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, y líder de la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa.
La segunda fue el 10 de febrero, también en Culiacán. En esa ocasión, fue detenido José Guadalupe Tapia Quintero, alias Lupe, operador de alto rango del líder del cártel, Ismael El Mayo Zambada.
Además, el 11 de marzo fue capturado Bernardino Esparza Aboytia, alias El 08, quien es señalado por autoridades del gobierno federal de ser presunto líder de una célula criminal del cártel de Sinaloa que opera de manera directa para Aureliano Guzmán Loera, El Guano, hermano de El Chapo.
Posteriormente, el 14 de abril, la Secretaría de la Defensa dio a conocer que en Culiacán fue detenido César 'N', identificado como operador logístico del Cártel de Sinaloa, quien coordinaba los centros de manufactura y el trasiego de droga sintética hacia Estados Unidos.
En la mira de EU
El pasado 13 de abril, el gobierno de México se comprometió en la Casa Blanca a incrementar las incautaciones de droga en nuestro país y continuar con las detenciones de objetivos prioritarios, así como cooperar con Estados Unidos para erradicar la pandemia del fentanilo.
Un día después, el 14 de abril, el gobierno de Estados Unidos anunció una campaña global contra el cártel de Sinaloa y su red de tráfico de fentanilo. Se desclasificaron cinco acusaciones contra 28 personas, entre ellas las de los cuatro hijos de El Chapo: Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfonso Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López.
David Saucedo considera que el gobierno norteamericano quiere aprovechar las divisiones internas dentro del cártel para debilitarlo, al poner la presión diplomática sobre la facción de los hijos del El Chapo.
“El cártel de Sinaloa en realidad es una confederación de grupos, cuando menos una docena de grupos conforman la organización criminal, pero de esa docena, cuatro son los más importantes: Los Chapitos, Aurelio Guzmán, el hermano de El Chapo, el mítico Mayo Zambada y un comandante del cártel del cual no tenemos mayores datos y que se hace cargo de las operaciones en el sureste del país.
“Parece que la DEA, conocedora perfectamente de la estructura interna del cártel y de las divisiones que hay al interior, pone énfasis, hace los señalamientos y desata la presión diplomática para que se generen operativos de captura; presión contra la facción de Los Chapitos, sabiendo que las otras no van a intervenir”, detalló.
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