La mezcla entre una sobredosis por opioides como el fentanilo y temperaturas entre los 45 y los 52 grados centígrados suele ser mortal. Bajo esas condiciones, el Valle de Mexicali, en Baja California, se ha vuelto la tormenta perfecta para los usuarios de estas drogas.
Al 21 de julio, el gobierno estatal tenía registrados 15 casos de muertes con golpes de calor, y en 10 de ellos, dos terceras partes, había presencia de uso de drogas. El fentanilo, una droga sintética que deprime al sistema nervioso y genera una sensación de euforia, causa que las personas entren en un estado de relajación en el que no se dan cuenta que están sufriendo de un golpe de calor.
En la Cruz Roja las sirenas de las ambulancias ahora suenan más a menudo. Regularmente es en la calle, bajo el sol, que encuentran a los pacientes. A veces aún con las jeringas en el cuello o en los brazos. Siempre entumecidos, como si algo les impidiera moverse.
Mexicali es una ciudad pequeña, pero incluso así, muchos de los pacientes mueren incluso antes de recibir atención. Pero quienes tienen signos vitales cuando llega algún paramédico, dependen en gran medida de la naloxona, el único antídoto que hay contra los efectos que causan los opioides en el cuerpo humano.
“La naloxona es el único antídoto o medicamento que puede ayudar a una persona que está sufriendo una sobredosis, a revertirla y evitar que la persona vaya a morir. La naloxona va a salvar la vida de una persona que está sufriendo una sobredosis”, dijo en entrevista Lourdes Angulo, cofundadora de Verter, una asociación civil dedicada a la reducción de riesgos para usuarios de heroína en Mexicali.
Debido a que la naloxona es un medicamento controlado, no se puede adquirir sin receta médica, y generalmente solo la tienen en hospitales. Verter suele recibir o traer algunas dosis que reparte a la Cruz Roja y a algunos usuarios, con lo que han logrado evitar que personas con sobredosis mueran. Pero no siempre es así, y los resultados pueden ser fatales.
Para aliviar en cierta medida la combinación fatal de las sobredosis y las altas temperaturas, la policía local ha implementado un operativo humanitario, según Pedro Mendívil, director de Seguridad Pública Municipal de Mexicali.
“La Dirección de Seguridad Pública Municipal ha implementado todo una cuadrilla a través de su área de tránsito, de patrullas, de prevención del delito y proximidad ciudadano, donde hemos instalado en nuestras unidades todo un equipamiento con agua y sueros y estamos vigilando nuestra ciudad”, según explicó en entrevista con Milenio.
Sin embargo, las asociaciones civiles como Verter, piensan lo contrario.
“Lo que hacen es repetir la misma política de hace décadas que están basadas en el prohibicionismo, en el estigma, la discriminación, y sobretodo que están dirigidas a que las personas que consumen sustancias detengan el consumo en vez de abordarlo de una forma integral”, dijo en entrevista con Milenio Said Slim, cofundador de Verter.
Los muertos del Semefo de Mexicali que tienen fentanilo en la sangre
El olor de la muerte se percibe incluso antes de entrar al edificio del Servicio Médico Forense de Mexicali. El aroma rancio y con un extraño dulzor empeora con el calor. Ahí, todos los días, llegan grupos de familias que buscan a sus seres queridos. Pero no soportan el olor y generalmente esperan sus trámites afuera del edificio e incluso a algunos metros, donde no lo perciban.
Dentro del edificio, un hombre con mono morado y una bata de doctor despacha desde su oficina, con un importante reto sobre sus espaldas: estudiar la proporción de ciudadanos que llegan al Semefo con fentanilo en la sangre.
“Les quita el hambre, les quita el sueño. Entonces para las personas que están en situación de calle, ahorita lo estamos viendo también en Mexicali, personas que no tienen dónde refugiarse con 40 o 50 grados de temperatura, acuden a esta droga, lo cual los va envolviendo, es muy adictiva, mucho más adictiva que otras drogas de abuso”, explicó el doctor César González, coordinador del Servicio Médico Forense de Baja California, en entrevista con Milenio.
César Raúl González Vaca, titular del Semefo estatal, comenzó hace poco más de un año un proyecto de iniciativa propia para identificar si las personas que estaban llegando al forense tenían fentanilo en la sangre, el primer paso para comenzar a levantar estadísticas confiables sobre la crisis que está generando esta droga en la región.
Al Semefo llegan muertes violentas, muertes en la vía pública y por solicitud del Ministerio Público. En más de un año, y con más de mil 200 estudios realizados, se encontró que, en la mitad, unos 600, había presencia de drogas. Y en el 33 por ciento de ellos, unos 200, había fentanilo.
Además, en la mayoría de ellos, 80 o 90 por ciento, hay presencia de otras drogas, lo que podría indicar que la droga está contaminada o la están mezclando a propósito.
Sin embargo, también han descubierto que los usuarios de fentanilo tienen ciertos patrones:
“No es el clásico farmacodependiente que lo vemos desnutrido, con pérdida de piezas dentales, con pérdida de cabello, estos no, estos son personas que a lo mejor iniciaban con el uso del fentanilo y fallecieron. ¿Por qué?, porque no les da tiempo de ser mucho tiempo usuarios del fentanilo, los mata, incluso tenemos documentado con fotografías cómo los encuentran, cómo es el hallazgo de estas personas que fallecen con fentanilo, y un alto porcentaje los encontramos incluso con las jeringas colocadas en el cuello, en el brazo, inyectándose fallecen”, explicó el titular del Semefo estatal.
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