Después de la liberación de Gabriela Escamilla, quien presento una fotografía como prueba del supuesto abuso sexual del que fue víctima su sobrina por parte de su padre, informó que la menor también era violentada físicamente por su madre.
Aseguró que la mamá de su sobrina agredía físicamente a la menor, pues mencionó que un día llegó a la escuela con un golpe de un gancho en el rostro, por lo que dos maestras testificaron que la pequeña era golpeada por la mamá.
La denunciante fue liberada a las 20:50 horas de este miércoles después de que el juez de control del supremo tribunal de justicia del Estado de Jalisco, Felipe de Jesús Rivera determinara su no vinculación, con motivo de que la fotografía sólo se tomó con el fin de denunciar el hecho.
De acuerdo con Héctor Pérez, abogado de Gabriela, destacó que el juez determinó que la Fiscalía del Estado no realizó una investigación con perspectiva de género, para determinar si había violencia en contra de Gabriela o la menor.
Gabriela señaló que después de interponer la denuncia por abuso sexual, el padre de la menor, quien también es su hermano, no le ha permitido ver a la pequeña de seis años.
"Cuando yo tomé la decisión que es difícil denunciar a un familiar tan directo yo le hago saber a mi mamá que por favor retire del entorno a la niña. La niña tenía cinco años y cabe hacer mención que dos meses antes la niña llegó con un golpe fuerte de un gancho y eso se lo hizo su madre María Guadalupe y ella violentaba a la niña" indicó Gabriela.
En noviembre de 2021, la mujer presentó una denuncia formal en contra de su hermano por abuso sexual infantil, pero la carpeta de investigación fue archivada, por lo que ante la insistencia de Gabriela para que el caso de su sobrina fuera reabierto.
Sin embargo, el agente del Ministerio público bajo amenazas y en represalia ordenó que Gabriela fuera detenida por haber tomado una fotografía, misma que presentó como prueba del abuso sexual.
Gabriela mencionó que después de denunciar a su hermano el caso se revirtió en su contra por haber recabado pruebas del agravio, sin embargo, reiteró que no desistirá y continuará en pie de lucha para hacer justicia, dado que la menor aún continua bajo la custodia de su padre, señalado como el agresor.
"Está experiencia que tuve me sentí fuerte siempre estuve tranquila y no perdí para nada la estabilidad nada me amedrento ni las situaciones precarias que se ven adentro hay mucho respeto de la gente que compartimos espacio" dijo Gabriela.
AP