El ex secretario de seguridad federal, Genaro García Luna, tejió una red de corrupción durante los últimos 20 años que le permitió obtener más de 745.8 millones de dólares a través de contratos obtenidos por empresas familiares con organismos públicos de seguridad como la Policía Federal, el Cisen y el sistema penitenciario.
De acuerdo al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, hasta ahora se han logrado detectar 30 contratos cuyas ganancias se enviaban a paraísos fiscales y posteriormente a Miami en donde se adquirían bienes de lujo para ocultar el rastro del dinero.
Estos recursos son los que México quiere recuperar a través de un juicio que se está llevando a cabo en Florida, Estados Unidos independiente al que está en curso en Nueva York.
“Durante el tiempo que Genaro García Luna ejerció su cargo como secretario de seguridad pública del gobierno federal y posteriormente a ello, tejió una red de corrupción y lavado de dinero para beneficio personal y de sus socios cercanos.
"Bajo auspicio de García Luna, un conglomerado empresarial familiar que opera en distintos países obtuvo 30 contratos con diversos órganos de seguridad pública en México, a partir de los cuáles se extrajeron recursos públicos por un monto de 745.9 millones de dólares y sigue el examen de otras operaciones, no hemos terminado”, sentenció.
En una lista parcial que dio a conocer Gómez, se muestran propiedades en las ciudades de Miami y Aventura con valores de entre 700 mil y 4 millones de dólares, así como vehículos y motocicletas Rolls Royce, Ferrari, Maserati Levante, Lamborghini Gallardo Spyder, Lamborghini Huracán y cuatro Mustang clásicos, entre otros.
De acuerdo a las investigaciones que están en curso, las personas que integran la red de corrupción son: Linda Cristina Pereyra de García Luna, Mauricio Samuel Weinberg, Jonathan Alexis Weinberg Pinto, Silvia Donna Pinto de Weinberg, Natan Wander Taub, José Francisco Niembro González y Martha Virginia Nieto Guerrero de Niembro, así como 18 empresas.
“Esta lista, es una lista todavía parcial, es producto de una serie de investigaciones completamente comprobadas, porque con el dinero que se robaban compraban cosas con el propósito de mantener el dinero en situación de lavado, todos los que intervinieron en esta trama”, expresó.
Mientras que, en México, la UIF únicamente bloqueó cuentas por 29 millones 920 mil 195 pesos a García Luna y 4 millones y medio a 10 empresas relacionadas con la trama de corrupción.
De acuerdo al funcionario, esta cantidad es mínima debido al esquema de trabajo del grupo que tenía el objetivo de cobrar por los contratos obtenidos y sacar el dinero del país lo más rápido posible.
“Una de las características de esta trama de corrupción es que el dinero se lo llevaban a Estados Unidos a través de países del Caribe, principalmente Barbados, gran parte del dinero se fue a Miami Florida.
Entonces ellos no tenían recursos en el sistema financiero mexicano, sino que usaron el sistema financiero para sacar los recursos que cobraban en los contratos que Genaro García Luna promovía que se hicieran con dependencias públicas de México”, agregó.
Pablo Gómez dijo que era tal el poder del conglomerado, que llegaron al extremo de cobrarle al gobierno capitalino una cantidad “relevante” por un reconocimiento de adeudo por un contrato que nunca fue firmado “y que jamás existió”.
cog