Las caravanas de indocumentados que provienen de países del continente Asiático y Africano han aumentado exponencialmente durante los últimos 10 años, pues de forma anual, México pasó de recibir 894 personas durante el 2013, a aceptar 45 mil 650 migrantes en el 2023. Asimismo, de 545 individuos que arribaron desde tierras africanas en el 2013, durante el 2023 ingresaron 59 mil 448 de migrantes, reportó la Unidad de Política Migratoria UPM.
De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Unidad de Política Migratoria (UPM), entre las consecuencias que derivan de estos cambios de residencia está el alza de la demanda de ciertos tipos de productos en México, ya que la mayoría de los migrantes asiáticos no consume alimentos como la carne o cerdo por cuestiones de religión y de etnia.
“Es un reto recibir a tantos de otras culturas porque muchos de ellos no pueden comer cualquier cosa, por ejemplo, cerdo o res”, informa Daniel Sandoval, encargado del albergue Constitución de 1917 que opera en Iztapalapa, Ciudad de México, con apoyo de organizaciones internacionales como Médicos sin Fronteras. Agrega que han tenido que “recurrir a más herramientas tecnológicas para poder entender sus necesidades”.
Tan solo de enero a abril del 2024, dichas organizaciones regulatorias detuvieron a 48 mil 236 personas que viajaron desde más de 35 estados asiáticos y 44 entidades africanas. Entre los países más representativos se encuentran:
Asía: 21 mil 221 asiáticos
- China: 6 mil 271.
- India: 6 mil 437.
- Afganistán: mil 366.
- Uzbekistán: mil 317.
- Nepal: 727.
- Kirguistán: 502.
- Kazajistán: 499.
África: 27 mil 15 personas
- Senegal: 6 mil 577.
- Guinea: 6 mil 388.
- Mauritana: 3 mil 532.
- Angola: 2 mil 024.
- Ghana: mil 625.
- Somalia: 840.
Constitución de 1917, institución de apoyo para los inmigrantes en México
Constitución de 1917 se fundó como refugio para alcohólicos y drogadictos que venían de otros estados del país, quienes no contaban con un hogar o redes de apoyo para recuperarse. Posteriormente, por petición del gobierno de la Ciudad de México, el centro de apoyo comenzó a recibir a centro y sudamericanos y, poco a poco, a gente de diversas razas que llegaba desde recónditos lugares del planeta.
El albergue Constitución de 1917 de la capital mexicana, actualmente se adapta a la interculturalidad con estrategias certeras, como dejar que preparen sus propios alimentos quienes no comen carne o no les guste la sazón local, o con la creación de espacios para los rezos musulmanes ante los ojos incrédulos de los hispanoparlantes.
En los últimos días, por ejemplo, llegaron dos personas de Afganistán y otra de China. Ellos buscan junto con otros migrantes latinoamericanos una cita de arranque del trámite de asilo en Estados Unidos a través del sistema electrónico CBP One, que cada día se torna más complicado.
Al no haber una respuesta inmediata, se van sumando migrantes hasta conformar un collage multirracial y transoceánico de cuyas dimensiones dan idea las estadísticas de la Unidad de Política Migratoria (UPM) de la Secretaría de Gobernación.
El largo camino desde Asia
Los afganos Ali Reza y su amigo Hassan Azkar llevan un mes y medio en el albergue Constitución de 1917. Son definidos como casos “especiales”. Regularmente sólo pueden permanecer ahí cinco días, pero por razones de idioma ellos no han podido encontrar empleo.
“Llevamos más de dos años en el camino y no puedo decir que hayamos tenido un solo momento feliz", la espera es larga, se deprimen, reconoce Azkar a través del traductor de Google que permite la comunicación con TELEDIARIO del persa al español.
Ali Reza, de 22 años, es más optimista, más parlanchín. A diferencia de su compatriota, no duda en contar lo que pasó: “Somos víctimas de la intolerancia religiosa de los talibanes porque somos musulmanes chiítas, no sunitas, como ellos”.
El muchacho respira. Muestra algunas fotos en el teléfono. En ellas, aparece su rostro, cuello, brazos quemados después de un ataque con agua hirviendo que lo empujó a salir del país cuando un tío le mandó dinero. El muchacho tenía visa para ir a Irak y se fue en 2022. Dos años después, su familia reza para que pueda llegar a Estados Unidos.
“Tengo problemas de dinero y por eso vine al albergue. Tengo miedo de que me regresen porque me dio mucho trabajo llegar hasta acá. Estoy cansado de Afganistán, de los talibanes y quiero empezar de cero en Estados Unidos”, explica Ali Reza.
Hassan Azcar asienta e interviene: “Ya pasamos por 10 países, nos robaron, viajamos en autobús, motocicleta, camión, pasamos hambre y perdimos dos años de nuestra vida… ¡no podemos regresar”.
Los afganos llegaron al continente americano por Brasil. Fue al país que pudieron volar desde un punto de partida en Asia que prefieren dejar en anonimato por razones de seguridad y confidencialidad con los traficantes, y porque constantemente las aerolíneas ponen restricciones a pasajeros del Medio Oriente para viajar a países latinoamericanos cuando se dan cuenta de los que los utilizarán como trampolines hacia Estados Unidos.
Un ejemplo es lo que hizo recientemente Turkish Airlines. Anunció “controles adicionales”: además de una visa, los pasajeros ahora deben proporcionar billetes de ida y vuelta, reservas de hotel totalmente pagadas y prueba de fondos suficientes para su viaje.
Como Turquía no exige visados de viaje a los ciudadanos de Rusia y los países de Asia Central, con excepción de Turkmenistán, hasta ahí se trasladan los migrantes en su ruta hacia la Unión Americana.
“Si no es por un lado, es por otro, pero encuentran la forma”, advierte Amarela Varela, la investigadora de la Universidad de la CDMX sobre los 2.5 millones de encuentros de migrantes que Estados Unidos tuvo en sus fronteras del suroeste en 2023. De Asia Central se contabilizaron unos 50 mil viajeros, de acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza estadunidense.
Pero fue un solo país el que marcó el repunte principal de la oleada de migración asiática medible a través de las detenciones en México y Estados Unidos que sumaron otras 50 mil personas.
Wilson Center detalla que la reciente migración china indocumentada se debe a asuntos económicos relacionados a la desaceleración del crecimiento del país, en parte relacionada por el traslado de empresas hacia México por la política de nearshoring o relocalización, impulsada primero por Trump y ahora por Biden, y en parte por ciertas medidas del gobierno despótico de Xi Jinping, como las políticas extremas de cero Covid.
Otro factor es el rechazo de más del 79 por ciento de las visas B para estudiantes, una vía histórica usada por los chinos para escapar de sus problemas. Incluso había un término para ello: ‘Runxue’ compuesto por el inglés ‘run’ (correr) y el chino ‘xue’ (estudiar).
Con ese tipo de factores en contra, los chinos se volcaron a buscar información en las redes sociodigitales a su alcance. Recurrieron a Weixin (WeChat), Douyin (TikTok) y Telegram para recabar instrucciones sobre cómo solicitar pasaportes, dónde volar, cómo empacar y cómo sortear a los cárteles y los funcionarios fronterizos en México y otros países.
Así llegó Hu Seng a la capital mexicana, donde hoy espera por su cita de la aplicación digital CBP (Customs and Border Protection) One. Él trabaja en un restaurante aledaño al albergue. “Quién sabe cómo hizo con el idioma pero ya está cocinando ahí”, comenta Daniel Sandoval, encargado del albergue Constitución de 1917.
Entre África y México
El estudio ‘Migración Africana a través de las Américas’, del MPI, concluyó que una buena cantidad de africanos no tienen precisamente la intención de llegar a Estados Unidos, sino de escapar de un destino fatal entre el crimen, la corrupción y los regímenes totalitarios de sus países.
Así que viajan a Brasil porque es la séptima economía más grande del mundo y porque el 50 por ciento de los ciudadanos brasileños se identifica como de ascendencia africana. Hay cercanía.
Pero hay dos factores más importantes: es el país latinoamericano con mayor número de representaciones diplomáticas en los países africanos, con vuelos directos disponibles desde varias ciudades importantes. En los últimos 15 años, Brasil, como ya se mencionó, plantea los requisitos de visa o entrada más laxos del hemisferio occidental junto con Ecuador.
“Aunque poco a poco han incrementado sus restricciones, siguen siendo muy pocas y solo para algunos Estados, por lo tanto, puntos de entrada común al hemisferio occidental”, refiere el estudio del Migration Policy Institute.
Alfa Toga, migrante de sonoro nombre, llegó a Brasil procedente de Togo, un pequeño país en la costa oeste africana, pero no se acomodó y siguió su camino hasta México, donde se le acabó el dinero. Sin más opción de alojamiento, llegó al albergue Constitución de 1917 y pidió una prórroga de estancia.
Para sorpresa de todos, encontró empleo en la construcción, pidió asilo y sacó una cuenta bancaria. Dijo: “Esto es lo mío”, se quedó y planea traer a su familia. Desde lejos, muy lejos.
- Comunidad
¿Por qué las personas salen de su país de origen?
El repunte de la situación de exilio en estas dos regiones del mundo se debe a una población golpeada por gobiernos autoritarios, intolerancias religiosas y condiciones de pobreza extrema. De igual modo, las estrategias de tipo electoral, laboral y político en Estados Unidos que mantiene a México subordinado al cierre de puertas con el socio comercial del norte, vuelven al país mexicano un punto con mejores oportunidades a nivel laboral y social, concuerdan analistas del Wilson Center y del Migration Policy Institute (MPI).
Los factores anteriores en el éxodo internacional utilizan redes de tráfico pagadas por familiares que migraron previamente, los cuales pueden ir de los 5 mil hasta 35 mil dólares, señaló el Wilson Center.
Desde el continente americano, las causas que permiten el flujo migrante se reparte en etapas o regiones, según el estudio de ‘Migración Africana a través de las Américas’, del MPI. Dicho análisis advierte que en Sudamérica hay dos países, Brasil y Ecuador, que por sus laxas políticas para otorgar visas han permitido la entrada de ciudadanos de prácticamente todo el mundo.
Paradas de la ruta migrante desde Sudamérica hasta Estados Unidos
Una vez que los migrantes se encuentran en cualquiera de estas naciones, entra en acción la segunda etapa: la ruta hacia Estados Unidos.
La cual se identifica por pasar los siguientes puntos:
- Sao Paulo (Brasil).
- Lima (Perú) .
- Managua.
- Cali o Bogotá (Colombia).
- Panamá, Tegucigalpa (Honduras).
- Guatemala.
- Tapachula.
- Tenosique (Chiapas y Tabasco).
- Piedras Negras (Coahuila).
- Tijuana (Baja California).
Según la nación de tránsito, los migrantes a veces deben pagar cuotas a las autoridades o cárteles locales, como los son el Clan del Golfo, en Colombia; el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, además, suelen pagar permisos temporales para las entradas oficiales.
En el caso de México, este país “emitía a los migrantes permisos para transitar en cuestión de días hasta el verano de 2019 y la logística para ellos se volvió significativamente más difícil”, detalla el análisis.
De entrada, se incrementaron las detenciones. Ese año hubo 5 mil 878 acciones contra asiáticos y 7 mil 065 contra africanos; cinco años después, la primera cifra se multiplicó por cinco y la segunda por 10. El tercer motivo que anima a la migración lejana son las políticas mexicanas y estadounidenses.
“Las estrategias migratorias mexicanas no son soberanas y no hay un modelo propio, sino que responden al cierre selectivo de las fronteras de Estados Unidos que, cuando les hace falta, deja pasar a ciertos grupos de trabajadores imprescindibles y cuando no, las cierran…la situación empeora, debido al adelgazamiento de las políticas de asilo en Estados Unidos hasta casi su muerte; primero con el programa Quédate en México, luego el Título 8 y el 42, y recientemente con el último decreto de Joe Biden, las cuales cerraron la posibilidad para muchos y las migraciones serán escupidas por México con criterios raciales, como ya se ha visto”, expone Amarela Varela, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
JC