Un reciente estudio del Instituto de Geofísica de la UNAM ha revelado que La Laguna es una de las regiones con mayores niveles de subsidencia en México, es decir, partes de su territorio están hundiéndose.
Cada año, el suelo de La Laguna desciende en promedio 13 centímetros, afectando una superficie de 2,940 kilómetros cuadrados. En una entrevista con MILENIO, los investigadores destacaron que la primera fase de este estudio identifica las "zonas rojas" donde este fenómeno es más pronunciado.
"Entendemos la subsidencia como la disminución progresiva o el hundimiento del terreno, causado por la extracción de sólidos, líquidos o gases del subsuelo. Las principales causas incluyen la extracción de agua subterránea, fluidos como gas o petróleo, la oxidación de suelos orgánicos y la consolidación natural del terreno", explicó Daniel Martínez, estudiante del Posgrado de Ciencias de la Tierra y líder de la investigación 'La caracterización de la subsidencia y la exposición de la población vulnerable en la Zona Metropolitana de La Laguna'.
Hundimiento de La Laguna no es un fenómeno nuevo: UNAM
Enrique Cabral, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM y responsable del servicio de geodesia satelital, señaló que la subsidencia no es un fenómeno nuevo.
"Desde el siglo pasado se han realizado estudios al respecto, pero en la última década se han perfeccionado con imágenes y técnicas satelitales. Hace unos 10 años realizamos el primer análisis con métodos satelitales, concentrándonos en el centro del país y detectamos subsidencia en 14 ciudades".
Cabral también destacó que, hace tres años, se extendió el estudio a nivel nacional y se encontró que La Laguna tiene una superficie de subsidencia tres veces mayor que la de la Ciudad de México. "En el Valle de México, la subsidencia cubre alrededor de 670 kilómetros cuadrados, mientras que en La Laguna abarca más de 2,000 kilómetros cuadrados". Sin embargo, aclaró que la velocidad del hundimiento en La Laguna es una tercera parte de la de la Ciudad de México, que alcanza los 40 centímetros por año.
Zonas de alto riesgo y vulnerabilidad en La Laguna
El estudio, presentado por Daniel Hernández, revela que las áreas urbanas de Lerdo, Gómez Palacio, Torreón, Matamoros y Francisco I. Madero son las más afectadas, con el 62.5% del territorio afectado por la subsidencia. En las zonas rurales de Mapimí, Gómez Palacio, Lerdo, Tlahualilo, Viesca, Francisco I. Madero, Torreón y San Pedro, el hundimiento promedio es de 13.5 centímetros por año.
Además, la investigación identifica áreas de vulnerabilidad económica basándose en 13 indicadores, como el acceso a servicios de salud y educación. Aproximadamente el 58% de los habitantes de La Laguna se encuentran en alta y muy alta vulnerabilidad, siendo Gómez Palacio y Matamoros los más afectados.
Hernández mencionó que la segunda fase del estudio incluirá más trabajo de campo y la instalación de una estación de monitoreo en La Laguna. "Para continuar a nivel doctoral, tenemos varios objetivos inmediatos, como la instrumentación de la región con GPS y la evaluación de estructuras en riesgo".
Ambos investigadores coincidieron en la importancia de reforzar los métodos de campo para detectar el hundimiento, ya que es difícil de percibir a simple vista. "Lo que se llega a ver son los efectos a lo largo del tiempo, como el desarrollo de fallas y colapsos grandes de manera circular", comentó Cabral.
El hundimiento también pone en riesgo las instalaciones de servicios subterráneos. "El objetivo último de este tipo de proyectos es proporcionar elementos para que los tomadores de decisiones puedan desarrollar planes de mitigación y políticas públicas", agregó Cabral.
Sobre la sobreexplotación de los mantos acuíferos, Cabral subrayó la necesidad de un manejo sustentable.
"La solución no es extraer agua a mayor profundidad, sino gestionar el acuífero de manera sustentable".
MILENIO ha documentado diversos hundimientos en La Laguna, como el de febrero de 2012 en el ejido Buen Abrigo de Matamoros, donde apareció un hundimiento de 25 metros de diámetro y 60 metros de profundidad, y el de agosto de 2017 en el ejido La Concha de Torreón, que causó el colapso de una carretera.
Estos eventos coinciden con las zonas identificadas por los especialistas como las más afectadas por la subsidencia.