Líneas de autobuses irregulares surgen y transportan migrantes a sobreprecio en México

El incremento del flujo migratorio en el país ha propiciado la aparición de negocios irregulares como líneas de autobuses que se anuncian como servicios de turismo ejecutivo.

Líneas de autobuses irregulares cobran tarifas excesivas a migrantes. | Especial
Ciudad de México /

La llegada de una gran cantidad de migrantes a México ha impulsado la aparición de un mercado clandestino de autobuses de pasajeros. En estos autobuses, los migrantes han enfrentado detenciones y extorsiones, sumado a la omisión de proporcionarles los boletos que deberían incluir su seguro de vida. Además, se les cobran tarifas excesivas y en ocasiones los trayectos ni siquiera llegan a completarse.

Estas líneas se promocionan como servicios de turismo ejecutivo, y ofrecen rutas que van desde la frontera sur hasta el norte de México.



MILENIO constató que operan a plena luz del día, al lado de terminales establecidas, como la Central del Norte en la Ciudad de México, o en sitios con alto flujo migratorio, como en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.


La migración en México ha incrementado y con ello han surgido diferentes negocios irregulares. | Especial


A unos cuantos pasos de la Central del Norte, migrantes de centro y Sudamérica, africanos y del Caribe, buscan subir a las unidades de la línea Ecoplus Regios, que opera desde al menos hace cuatro años, como un servicio de bajo costo para viajar a Monterrey, Nuevo León.

Para un mexicano, el boleto cuesta 800 pesos, pero para los extranjeros en situación migratoria irregular vale hasta mil 400 pesos. En una línea como Futura, que opera oficialmente en la terminal de autobuses, el viaje cuesta mil 434 pesos, pero piden a los migrantes comprobar su estancia en México, y en la línea alterna no.

“Aquí en México lo que son caros son los pasajes, en los demás países con 40 dólares tú pasas un país completo. Acá en México, pues desde que entramos a Tapachula, el primero fueron 600 pesos, luego fue uno de 400 pesos, ayer fue uno de 589 y el de ahorita son 1400 pesos”, señaló Omar “N”, un venezolano que salió de Maracaibo hace más de un mes.

El miércoles pasado, el presidente López Obrador reconoció un incremento en la migración y ese mismo día convocó a una reunión para abordar el tema con su gabinete de seguridad y los gobernadores del sureste del país.

Tan sólo en agosto, el Instituto Nacional de Migración ha informado sobre la detención de 482 migrantes que viajaban en autobuses por Veracruz y Coahuila. Las personas provenían de Centroamérica, pero también de Egipto, Mauritania, Ecuador, Colombia, Nicaragua y Perú.

El pasado 3 de agosto, un autobús de pasajeros que trasladaba migrantes cayó por un barranco en Tepic, Nayarit, lo que dejó a 18 personas muertas, la mayoría de India y República Dominicana.

Para los migrantes, subirse al autobús no es garantía de llegar a su destino, pues denuncian que son bajados en retenes del Instituto Nacional de Migración.

“Como no está permitido pasar y venimos migrantes, en muchas de las alcabalas (retenes) los de migración nos están cobrando 'vacunas’ (extorsiones). Así cargues con la solicitud, ellos te dicen ‘déjame para los frescos’, como decimos en mi país”, narró otro migrante.
“La mayoría de veces pagan su pasaje (los migrantes), los bajan en la mitad del camino y pierden su pasaje. Entonces ellos ya no tienen para pagar su pasaje. Entonces la mayoría de la gente comienza a pedir en la calle”.

Para el salvadoreño José Alexander, las extorsiones por parte de las líneas irregulares se presentan con mayor frecuencia conforme se van acercando a Estados Unidos. Él carga con un boleto que compró en Pijijiapan, Chiapas, con destino a Arriaga, Chiapas, por el que pagó 118 pesos.

En Juchitán, Oaxaca, José Luis Ávila contó que dejó su natal Maracaibo, Venezuela, con la intención de llegar a Estados Unidos. Él viaja con su esposa y una hija con diabetes, pero tuvo que dejar a su otro hijo de 10 años por falta de recursos.


Las líneas de autobuses irregulares cobran tarifas excesivas a migrantes. | Especial


El venezolano contó a MILENIO que, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el boleto de segunda clase de 257 pesos se lo vendieron en 400.

José consideró que los camiones están coludidos con las autoridades, ya que, con un cambio de luces, les indican que vienen migrantes, simplemente para bajarlos y volverlos a subir más adelante, el objetivo es cobrarles de nueva cuenta y no todos logran pagar de nuevo.



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