Por cada kilómetro, un tráiler incendiado. De esa magnitud fueron los narcobloqueos de ayer en algunas carreteras de Sinaloa para evitar, sin éxito, la detención de Ovidio Guzmán, uno de los líderes del cártel del Pacífico e hijo de Joaquín, El Chapo, Guzmán.
En el libramiento Tepic-Mazatlán, por ejemplo, varios vehículos todavía están en llamas, y los que ya no, pobladores los revisan para ver qué sirve aún, alguna parte o incluso cobre, para poder utilizar o vender después.
Pero no solo de eso se ha sacado provecho, varios tráileres también ya fueron vaciados en su mercancía y solo las charolas sin productos quedaron sobre el asfalto.
Policías resguardan fronteras con Sinaloa
En este libramiento, decenas de elementos y camionetas de la Policía de Nayarit resguardan esta frontera con Sinaloa, a fin de evitar algún tipo de incursión de integrantes del crimen organizado al estado vecino.
“Pueden pasar, pero bajo su riesgo”, exclamó el comandante, pues hasta las 7 de la mañana, tiempo local, seguía cerrada la circulación en este punto de la carretera que da ingreso a Sinaloa.
En el camino previo a este punto, durante la madrugada se veían filas kilométricas de tráileres a pie de la carretera que se quedaron varados por miedo a que sus unidades también fueran utilizadas para bloquear el camino.
Un Hércules de la Fuerza Aérea viajó a Sinaloa la tarde del Jueves Negro
Una aeronave militar arribó a Sinaloa cerca de las 3:00 de la tarde del jueves, en medio de una jornada violenta tras la captura de Ovidio Guzmán López.
Se trata de un Lockheed Martin C-130J Super Hércules, el cual es un avión de transporte militar propulsado por cuatro motores turbohélice.
México solo cuenta con 3 de estos aviones en todo el territorio nacional, por lo que llama la atención su presencia tras los acontecimientos del nuevo Jueves Negro.