Desde muy pequeña lo supo, Paola Schietekat viviría del futbol (aunque no fue como jugadora como intentó en diversas ocasiones de su vida), lamentablemente no pudo cumplir este sueño debido a que literal: se lesionó la rodilla, aunado a las escasas oportunidades que había para las mujeres en el balompié en sus años mozos.
“Me acuerdo haber hecho un recital de ballet, terminando mis papás me dieron flores yo se las entregué y les dije ya acabé ahora quiero jugar fútbol”, dijo.
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Siguió las indicaciones por las que le fue guiando la vida, de jugar en Pumas (siempre en equipos de niños) jugó para la Academia de Juventus, diversos torneos escolares y fue hasta la universidad en Kuwait cuando tuvo la oportunidad de jugar y ser la capitana de un equipo de puras mujeres.
“Fue una súper experiencia también porque la mayoría de las mujeres eran kuwaitíes se les hacía muy raro porque yo era la única mexicana en la universidad y que además fuera la única mexicana musulmana que se cubría la cabeza, yo lo dejé de hacer por motivos personales y también lo empecé hacer por motivos personales. Les llamaba mucho la atención, sobre todo, porque muchas jugadoras kuwaitíes no se tapaban”.
Su carrera como profesional le ha dado los títulos de economista, antropóloga y politóloga, la práctica y la llevó en enero de 2020 a su trabajo ideal.
“De repente, me llega ese trabajo que es economía conductual, en los preparativos del mundial, en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, en un país árabe, yo hablando árabe, yo habiendo vivido mucho tiempo de mi vida en Medio Oriente dije ¡esto no puede estar pasando!”.
Paola se adaptó de inmediato a todo, conocía el entorno, el ambiente, las costumbres, la política y todo lo aplicaría en sus dos pasiones la economía conductual (que es una intersección entre la economía, la psicología, la sociología, las políticas públicas y la estadística nos explica emocionada, nuestra entrevistada).
Ni la pandemia se interpuso en su sueño, cómo un hombre, cuya información prefiere no develar, pues aun siente miedo, miedo a que la pueda encontrar y hacerle daño, a que la lastime o alguien cercano a ella, por ello guarda silencio sobre esta información.
El 6 de junio de 2021, este hombre irrumpió en su hogar, se abalanzó sobre ella, la lastimó en su cuerpo y también en el alma, abusó de ella, la violó. Y las huellas, no sólo estaban en sus entrañas, también en sus brazos y en su espalda y tomó fotografías y documentó lo sucedido con una experiencia así a cuestas. En la ocasión anterior, el miedo le impidió denunciar, ahora lo haría diferente.
Se armó de valor y acudió a una estación de policía a levantar la denuncia (destacar que todo el proceso fue en árabe). El cónsul estaba a su lado arropándole y cumpliendo su labor diplomática.
Horas después le llamó la policía para que se presentara en la estación, imaginó habría noticias buenas para ella ¡se había hecho justicia!
El panorama fue radicalmente opuesto a lo que ella esperaba. El hombre que hace horas había abusado de ella ahora decía que era su novia. Basados en la Ley Zina (según la jurisprudencia sexual islámica, son relaciones sexuales ilegales, es decir un acto sexual entre un hombre y una mujer que no se encuentran vinculados entre sí por el matrimonio) Ahora ella era la acusada, la violación ya no importaba. Hubo un interrogatorio que duró más de tres horas.
“Fue extremadamente violento, revictimizante, Invasivo, invalidante; yo estaba exhausta. Me acuerdo que le enseñaba las marcas a la policía que me estaba interrogando en busca de empatía. Y le preguntaba ¿por qué odian a las mujeres?".
La incapacidad e incompetencia sobrepasó cada vez más a la embajada. El desconocimiento del idioma y la legislatura fueron determinantes, después, la empatía y protección quedaron a un lado y fueron nula.
“Parecía que el caso no les importaba cuando era algo que a mí me había destrozado la vida”.
Paola llevó a su madre a Qatar, ciertamente la embajada le ayudó con el trámite, ella pagó el avión con sus recursos, de la misma forma que le pagó a la abogada que llevó el caso hasta que los el dinero mermó y ya no tuvo para pagarle.
Volvió a México, desesperada, recurrió a las redes sociales, comenzó a dar entrevistas y a contar su versión, siempre con la visión de obtener espacio para negociar y con la esperanza de volver a su trabajo soñado.
“Llegué a tener sentimientos de culpa muy grande y yo decir para qué denuncié, me pude haber aguantado… minimizando incluso la agresión física”.
Poco a poco la noticia fue tomando fuerza, el pasado jueves la Secretaría de Relaciones Exteriores lanzó un comunicado y ahí, la noticia se volvió viral. Un centenar de reporteros le pidieron a Paola una entrevista, la buscaron por sus redes y otros en su celular.
Dentro de esa vorágine de llamadas, llegó lo que tanto esperaba, el viernes, por fin podría ver a las autoridades de la SRE. Marcelo Ebrard la estaría esperando, supuso que le daría unos cuantos minutos. Sin embargo; gratamente, la charla duró mas de una hora, siempre con una actitud receptiva y empática. El canciller escuchó a la joven mexicana.
“Porque lo importante era que estaban dispuestos a escuchar no solamente a refutar en el momento en el que yo terminé de hablar sobre lo que había pasado a grandes rasgos el canciller dijo, pues manos a la obra, lo primero que hay que hacer es que debes tener representación legal”.
También, hubo una disculpa por lo publicado el jueves por la noche.
“El hecho de que antes de contactarme, de tener un acercamiento conmigo en la cancillería distribuyera esa tarjeta informativa que la primera oración ya era falsa, ¡yo no contaba con representación legal!”.
“Lo que he querido decir del caso lo he dicho porque qué se trata de mí de mí y yo decido hasta donde se llega con eso”.
Ofrece apoyo para mexicanos ante Mundial de Qatar
Ante la cercanía de la Copa del Mundo en Qatar, Paola Schietekat ofreció su apoyo a la cancillería ya que habrá de 80 a 100 mil mexicanos y se debe tomar previsiones para respetar los derechos de los compatriotas que viajarán al país del Medio Oriente para que no haya atropellos de ningún tipo.
“Empezamos a hablar de qué se iba a hacer para garantizar la seguridad de los mexicanos que viajen del mundial. Como algo que puede sentar un precedente”.
Paola desea volver a Qatar, le encantaría volver a su vida que tenía justo antes de la noche del 6 de junio, le encantaría regresar a su oficina y platicar con sus compañeros y darle gracias a su jefe quien ha sido muy empático con ella.
“Quiero enfocarme en que podría regresar, hacer borrón y cuenta nueva, sé que la justicia por la agresión no la voy a conseguir, especialmente, si el agresor ya no está en Qatar es muy difícil que eso suceda, pero el poder recuperar esa vida creo que es algo que merezco”.
El siguiente paso se ha dado, el canciller le prometió representación legal en Qatar, la próxima audiencia será el 6 de marzo y por supuesto estaremos atentos al caso.
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