Mexicas no vieron a un águila devorando a una serpiente, dice historiador… ¿vivimos en una mentira?

El águila devorando una serpiente se convirtió en una leyenda que inclusive llegó a la bandera de México; aquí te decimos lo que cree un experto en el pueblo mesoamericano.

Bandera de México / Jorge López
Ciudad de México. /

Desde la primaria nos han contado la leyenda que narra a los mexicas, provenientes de Aztlán y guiados por el dios Huitzilopochtli, llegando al Lago de Texcoco, donde vieron a un águila devorando una serpiente sobre un nopal, lo que significó la señal que buscaban para iniciar su imperio.

No obstante, este relato podría no ser verdad, así lo explicó el doctor honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Eduardo Matos Moctezuma, quien ha dedicado decenas de años a estudiar a este pueblo mesoamericano.

A través de su clase magistral Grandes Maestros, organizada por cultura UNAM, el también fundador y director del Proyecto Templo Mayor indicó que las fuentes históricas revelaron importantes descubrimientos sobre la fundación de las ciudades mexicas Tlatelolco y Tenochtitlan.

“Por lo general, muchos mitos de diversos pueblos se crean a partir de un hecho real, que es tan importante que entonces se mitifica. Lo que es combate entre hombres se convierte en lucha entre dioses”, dijo el ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007.

¿Cuál es el verdadero origen de los mexicas?

De acuerdo con Matos Moctezuma, en 1325, antes de la fundación de Tenochtitlan, los mexicas viajaron desde Aztlán (lugar de blancura o de las garzas blancas), mismo que es presentado en la Tira de peregrinación, conocido como Códice Boturini; sin embargo, no se pudo comprobar el lugar de origen.

Además, destacó que un mito común sobre los mexicas es que era un pueblo guerrero y bárbaro, cuando en realidad estaban bajo el control de otros pueblos, como el Tolteca, por lo que, debido a su carácter tributario, no tendrían muchos conocimientos.

“Seguramente al venir a menos el poderío Tolteca, ellos emprenden una búsqueda de un nuevo lugar y se dice que quien encabeza el grupo es su dios tutelar Huitzilopochtli, o el colibrí zurdo o de la izquierda, pero las fuentes indican que se iban asentando en diferentes lugares”.

Uno de los lugares a los que llegó el pueblo mexica fue Coatepec, lugar en el que dos de sus barrios comenzaron con una pelea: el de Huitzilopochtli y el de Coyolxauhqui; resultando el primero como triunfador.

Posteriormente, un grupo llegó a Chapultepec, lugar en el que tienen conflicto con pueblos vecinos, entrando con luchas. Tras las diversas confrontaciones, los mexicas habrían salido en busca de otro lugar.

“Tanto las crónicas, especialmente del siglo XVI, se entreveran o mezclan con el dato histórico y el mexica va a decir que se asienta donde vieron el símbolo que su dios Huitzilopochtli les indicó: el águila parada en el nopal, pero ese hecho jamás ocurrió”.

El historiador destacó que algunas fuentes detallaron que el control de la zona central de México lo tenía el pueblo de Azcapotzalco, cuyo gobernante, Tezozomoc, le ofreció a los mexicas los islotes en medio del lago de Texcoco; siempre y cuando le entregaran tributos y lo ayudaran en guerras de conquista.

En 1337, un grupo de mexicas se separaron y fundaron Tlatelolco. Posteriormente, este grupo forma una triple alianza con los señoríos de Tacuba y Texcoco para liberarse de Azcapotzalco, lo que consiguieron en 1428. Después de ello, empezaron a expandirse a más partes de Mesoamérica.

La Triple Alianza y Tenochtitlan llegaron a tener más de 300 pueblos tributarios, lo que trajo descontento fuerte entre los grupos sujetos. En 1473, ambas partes entran en combate y, finalmente, gana Tenochtitlan.

¿De dónde nace la idea del águila devorando a una serpiente?

“Al momento del triunfo, Izcóatl, señor de Tenochtitlan, ordena que se reescriba la historia, y empieza a inventar una nueva historia. A mi juicio ahí nace el concepto del águila parada sobre el nopal. El águila representa a Huitzilopochtli”, relató el investigador.

Matos Moctezuma recordó que el águila no come a una serpiente, como se visualiza en el Teocalli de la Guerra Sagrada, ubicado en la sala mexicana del Museo Nacional de Antropología, donde se aprecia que en el pico tiene el símbolo de la guerra, el Atlachinolli.

¿Por qué se eligió al águila devorando una serpiente?

Fray Diego Durán presenta en su historia dos láminas: una de ellas el ave o águila devorando pájaros y en otra la presenta con una serpiente en el pico, pero ¿por qué prevalece ésta última? Pues para diversas sociedades del mundo el águila es un elemento de poder, inclusive en la simbología cristiana.

KT

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