La tarde de ayer la periodista de investigación, Anabel Hernández, dijo que el país está en uno de sus momentos más complicados en materia del crimen organizado, en particular con los cárteles de la droga.
La periodista mencionó luego de que presentara su libro Emma y las otras señoras del narco que el objetivo del libro es mostrar a los mexicanos la óptica y visión que viven las mujeres que están implicadas en el tema del narcotráfico.
Sin embargo, cuestionada sobre cómo percibe ella el momento que atraviesa México en materia del crimen organizado, la periodista respondió que desafortunadamente la política pública del presidente Andrés Manuel López Obrador referente a “Abrazos, no balazos” no ha sido nada efectiva para evitar las miles de muertes y víctimas relacionadas con este tema.
“Creo que México está en uno de sus momentos más complicados en materia de crimen organizado, en particular de los cárteles de la droga. Por un lado, tenemos este mundo que yo retrato en Emma y las otras señoras del narco, y por otro lado tenemos a un gobierno, a un Presidente de la República que hace una política pública de ‘Abrazos, no balazos’ a los cárteles de la droga, y uno se preguntara, claro por eso existe lo que existe, por eso tantas personas dicen ¡Sí y qué!.
“Desde el propio Presidente de la República, él mismo va y saluda a la mamá de El Chapo Guzmán y dice que esto es un gesto humanitario. Si él mismo dice Abrazos, no balazos, estamos hablando tristemente de una de las épocas más decadentes en la historia moderna de México, en donde hasta el propio Presidente de la República dice ‘¡no hay problema, podemos abrazarlos!’.
“Estamos realmente ante una situación muy delicada donde estas personas, desde el Presidente de la República hasta los demás, se olvidan de las miles de víctimas de estos narcotraficantes. No estamos hablando de ellos como rocanroleros excéntricos, que cada uno dirá ¡bueno, pues cada quien su vida! Éste es un tema de interés público y estas organizaciones criminales atentan contra la vida, la estabilidad y la paz de las ciudades en que cada uno de nosotros vivimos”, criticó.
Por otra parte, Anabel Hernández comentó que el tema del crimen organizado ha sido visto desde una perspectiva machista, al menos en el rol que juegan las mujeres involucradas.
“Siempre investigamos a los hombres de las mafias, a los capos, incluso a los cómplices, etcétera, ¿pero qué pasa con las mujeres? ¿Cuál es el rol de estas mujeres? Y es ahí dónde surge este libro, con esta hipótesis: ¿por qué en México muy pocas veces nos hemos planteado esta pregunta? Ni se la pregunta la sociedad ni se la pregunta el gobierno, y hasta este momento toda la lectura que ha habido sobre las mujeres en el narcotráfico, honestamente y con todo respeto, siempre ha sido desde un punto de vista masculino, machista”, indicó.
La periodista también criticó que en México exista una cultura en donde se vea al narcotraficante como un personaje de ficción, de serie de televisión o de telenovela, situación que afecta profundamente el entorno social en el país.
Dicha situación, apuntó, genera una crisis de valores en la sociedad, lo cual ha llegado hasta niveles de la vida política del país.
“Entonces estamos hablando de una situación de crisis de valores donde yo sí coincido también contigo, donde la clase política y los funcionarios públicos corresponsables de la seguridad pública son tan culpables como los propios narcotraficantes de esta situación en la que estamos cuando se corrompen cuando nos venden a los ciudadanos por un puñado de dólares”, refirió.
Concluyó que se debe comenzar a hacer un debate profundo sobre la “putrefacción” que existe en México en todos los niveles sociales y culturales que han permitido que el narcotráfico siga creciendo cada día más.
“La gente quiere saber y tiene curiosidad de cómo funcionan los núcleos familiares que son la matriz de este crimen organizado en el que estamos muchos como víctimas, me parece que el libro puede dar algunas respuestas a todas estas preguntas”, finalizó.
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