Mientras que la presencia de militares en tareas de seguridad pública se ubica en el centro del debate, el rendimiento de 23 policías estatales provocó una clara disminución en la percepción de efectividad que brindaron a sus ciudadanos durante el último año, de acuerdo con cifras del Inegi.
Entre las entidades federativas que muestran una mayor caída se encuentran Colima y Baja California, dos demarcaciones que actualmente experimentan altos índices de violencia por la presencia de grupos criminales dedicados al trasiego de droga.
En la primera demarcación solo el 57 por ciento de los habitantes considera que el cuerpo de policía estatal es algo muy efectivo al momento de realizar tareas de seguridad pública, mientras que un año atrás el porcentaje de aprobación era de 63.4 por ciento; es decir, registró una caída de 6.4 puntos porcentuales.
Los datos del Inegi manejan cifras de junio de 2021 al mismo mes del presente año, y en ese mismo lapso los homicidios dolosos en Colima crecieron poco más de 60 por ciento y se han registrado los periodos más violentos para la demarcación con 96 víctimas mortales en marzo y en mayo.
Actualmente, la policía estatal cuenta con cerca de 633 efectivos en las calles dedicados a tareas de patrullaje y prevención del delito en la entidad, una cifra casi cuatro veces menor al número de efectivos federales desplegados en esta demarcación.
Una historia similar se presenta en Baja California, donde apenas el 44.5 por ciento de los habitantes cataloga como efectiva a la policía local, lo cual representa un retroceso de seis puntos porcentuales en comparación con la calificación obtenida en 2021.
De hecho, los agentes de esta entidad son los terceros peor calificados sobre la eficiencia de su trabajo, solamente superados por la Ciudad de México (38.8 por ciento) y el Estado de México (42.1 por ciento), que enfrentan problemas mayoritariamente relacionados con los robos a transeúntes.
Durante el último año los homicidios dolosos en Baja California se han mantenido estables, pues en promedio se comenten 256 asesinatos mensuales; sin embargo, esa media se coloca como una de las más altas en los últimos 10 años en la entidad.
El Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2022 del Inegi revela que hay 648 efectivos de la policía estatal, de los cuales, 526 están contratados para tareas de proximidad con la población y solo 110 están enfocados en tareas de investigación y el resto son policías de reacción.
En Aguascalientes, un estado que presume de ser uno de los más tranquilos del país, la percepción de eficiencia de la policía estatal cayó 5.1 por ciento en el último año, al pasar de 70 por ciento en 2020 a sumar 64.9 por ciento de apoyos un año posterior.
Actualmente los pobladores de este estado han reportado que viven la violencia más de cerca, pues están rodeados por entidades conflictivas que registran los índices más altos de asesinatos como Jalisco y Zacatecas.
Otras entidades federativas donde los policías estatales redujeron sus niveles de eficiencia fueron Morelos (-4.5 por ciento), Querétaro (-4.5 por ciento), Estado de México (-4.2 por ciento), Tabasco (- 4.1 por ciento), Hidalgo, (-4.1 por ciento) y Coahuila (-3.4 por ciento). En el caso de otras 16 demarcaciones las reducciones oscilaron entre 2-9 y 0.1 por ciento.
Entre los siete estados donde las fuerzas estatales han incrementado sus niveles de confianza están entidades conflictivas como Michoacán y Guerrero; los demás estados son Veracruz, Campeche, Yucatán, San Luis Potosí, Quintana Roo y Tlaxcala.
El martes pasado en el Senado se aprobó que las fuerzas militares operen tareas de seguridad pública hasta 2028; además, se acordó que a partir del próximo año se cree un fondo con recursos económicos para fortalecer policías estatales y municipales con el objetivo de incrementar su efectividad a la hora de combatir delitos de alto impacto.
cog