Tras recibir un tratamiento inadecuado, una mujer perdió uno de sus riñones luego de que se lo extirparan debido a que le colocaron un catéter infectado en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ante esta situación, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dirigió una recomendación al IMSS por el caso registrado en Tamaulipas.
La CNDH pidió dar una reparación integral por el daño causado a la paciente a quien le extirparon dicho órgano tras determinar que un médico tratante le colocó a la víctima un catéter, sin que este remitiera el padecimiento, provocándole un deterioro progresivo del riñón.
Personal del Hospital General de Zona con Unidad Médica de Atención Ambulatoria Número 15 y del Hospital General Regional Número 6, incurrió en omisiones en la atención de una mujer de 39 años, violentando sus derechos humanos a la protección a la salud, al proyecto de vida y al acceso a la información en materia de salud.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
En un comunicado de prensa, se informó de la recomendación 290/2023, donde se indica que en mayo de 2022 se le practicó a la víctima un procedimiento quirúrgico para extirparle una piedra en el riñón en el Hospital Regional de Ciudad Madero. Posteriormente, servidores públicos de ese nosocomio le informaron que únicamente le habían retirado una parte, por lo cual le someterían a una segunda cirugía para extraer la totalidad del cálculo renal; sin embargo, fue dada de alta sin que se le realizará la segunda intervención.
“La víctima afirmó que después de la cirugía presentó constante dolor y fiebre, por lo que acudió en diversas ocasiones al HGZ-15, donde le informaron que, al parecer, se le había colocado un catéter infectado durante la cirugía. Al continuar sus malestares, el 13 de julio de 2022 la canalizaron al HGR-6, donde la ingresaron en estado de shock; allí permaneció alrededor de una semana en el área de Urgencias”.
Interviene la CNDH
El 25 de julio del mismo año, se le programó un procedimiento quirúrgico para observar el interior del uréter (uroscopia); no obstante, después de esa cirugía se le informó que le habían extirpado el riñón derecho, por lo cual solicitó la intervención de la CNDH, que, ante esos hechos, inició el expediente de queja y solicitó copia del expediente clínico de la mujer.
A partir del análisis de evidencias, se pudo comprobar que el padecimiento de la víctima ameritaba la extracción completa de la piedra por cirugía abierta, la cual fue proyectada para el 16 de mayo de 2022 en el HGR-6, sin embargo, dicho procedimiento no se realizó y la persona médica tratante únicamente le colocó un catéter “JJ” de lado derecho, sin que este remitiera el padecimiento de base, lo cual generó un deterioro progresivo del riñón e hizo necesaria su extirpación.
“Además, la atención brindada los días 1 de junio y 2 de julio de 2022 en el servicio de Urgencias del HGZ-15 fue inadecuada, ya que no se consideró que, si bien había sido tratada quirúrgicamente, no se había resuelto su padecimiento, por lo que requería valoración por el Servicio de Urología; con la finalidad de descartar alguna complicación agregada; pero el médico tratante se limitó a administrar analgésico y a solicitar el egreso de ella de manera prematura, sin realizar ampliación de protocolo o referirla a otra unidad médica donde se contara con la especialidad de Urología”, se indica.
mvls