En la red de carreteras que conectan a México, la seguridad vial es una de las preocupaciones constantes, sobre todo en temporada de vacaciones, cuando millones de familias buscan tomarse un tiempo libre, visitar a la familia o simplemente salir de la ciudad.
Con un aumento en el tráfico y la movilidad, así como el incremento en el transporte de carga pesada, México adoptó medidas efectivas para prevenir accidentes y garantizar la integridad de quienes comparten las carreteras. Una de estas medidas son las rampas de frenado.
Toda vez que los accidentes viales se han catalogado como potenciales problemas de salud pública. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 1.3 millones de personas en todo el mundo mueren en estos incidentes y entre 20 y 50 millones resultan heridas.
¿Qué son las rampas de frenado?
Se trata de infraestructuras diseñadas para ayudar a detener vehículos que se han quedado sin frenos. Sin embargo, su implementación y mantenimiento implican costos, lo que ha llevado al debate sobre el cobro a los camiones de carga pesada por su uso.
De acuerdo con Caminos y Puentes Federales (Capufe), “es una franja auxiliar instalada a un costado de la carretera, la cual sirve para detener los vehículos que por algún motivo han tenido una falla en el sistema de frenos”.
Según la normatividad vigente, se requiere un diseño específico de acuerdo a la orografía, el terreno en general, información detallada del proyecto geométrico, por lo cual es indispensable un estudio para contar con las mayores probabilidades de que un vehículo pesado tenga la oportunidad de que a kilómetros de distancia, siguiendo la señalización prevista para el caso, haga uso de este espacio diseñado como una alternativa de seguridad.
La ubicación de las rampas, está planeada para poder interceptar la mayoría de vehículos pesados, a una distancia considerada entre 5 y 7 kilómetros de la pendiente descendente, en camino recto, todo lo cual hace factible interceptar los vehículos en riesgo.
En otras palabras, se debe ubicar en un punto de la pendiente que permita interceptar la mayor cantidad de vehículos fuera de control y antes del lugar donde se registren accidentes o donde exista un sitio de alto riesgo por falla en el sistema de frenos.
El ancho de las rampas oscila entre los 10 a 12 m, mientras el ancho del camino auxiliar será de 3 a 5 metros. La longitud es variable, mientras que los materiales para formar la cama de frenado serán friccionantes, de difícil compactación y estarán limpios de partículas contaminantes.
Cuánto cuesta usar las rampas de frenado
Caminos y Puentes Federales (Capufe) indica que el uso de las rampas de emergencia por sí mismo, no tiene un cobro como tal, el costo que se genera es aquel derivado por los daños o el reacomodo de los materiales que resulta al momento de usar una rampa.
En 2023 la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) eliminó el cobro por el uso de las rampas de emergencia para frenado en todas las carreteras federales, con la finalidad de incentivar el uso de éstas y procurar la seguridad en las vías generales de comunicación.
En el caso de carreteras consecionadas, los precios por el uso de este mecanismo de seguridad es de al menos 7 mil pesos, en caso de que el vehículo pese menos de 3.5 toneladas, pero para tractocamiones puede ir de los 90 hasta los 170 mil pesos.
Sin embargo, si el vehículo cuenta con seguro, la aseguradora debe ser la encargada de cubrir ese monto.
El pasado 14 de diciembre la Cámara de Diputados avaló el dictamen para establecer la gratuidad en el uso de rampas de emergencia y, mediante esto, incentivar su uso para garantizar la seguridad vial.
KGA