Una fuerte discusión con su esposa desencadenó una tragedia en el ejido 6 de Enero, del municipio de Lerdo, Durango. Cirilo Luna Castañeda, de 82 años, ingirió cloro en repetidas ocasiones, lo que le causó una severa intoxicación. A pesar de haber permanecido hospitalizado durante 10 días, el anciano falleció la madrugada del jueves en la clínica 46 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El incidente ocurrió el pasado 24 de junio, cuando Luna Castañeda, tras una acalorada discusión con su mujer, salió de su hogar con una botella de cloro, de la cual ingirió el contenido en varias ocasiones.
Hombre buscó ayuda de vecino tras tomar cloro en La Laguna
En un estado crítico, Cirilo buscó la ayuda de un vecino, quien lo trasladó de inmediato al IMSS. A pesar de los esfuerzos médicos, Luna Castañeda no logró recuperarse y falleció a las 01:05 horas del jueves.
Voceros de la Vicefiscalía de la Región Laguna informaron que el cuerpo de Cirilo fue trasladado al anfiteatro para realizar la necropsia de rigor, con el fin de determinar oficialmente la causa de su muerte. Posteriormente, sus restos serán entregados a sus familiares para que le brinden sepultura.
Este lamentable suceso pone de manifiesto la gravedad de los conflictos familiares y la importancia de buscar ayuda en momentos de crisis para evitar desenlaces trágicos.
¿Qué te pasa si ingieres cloro varias veces?
La ingesta de cloro, incluso en pequeñas cantidades, puede ser extremadamente peligrosa y potencialmente mortal. El cloro es un químico corrosivo que puede causar daños graves en los tejidos internos del cuerpo. Aquí hay algunos efectos y consecuencias de ingerir cloro:
Daño en la boca y garganta: El cloro puede quemar y dañar la mucosa de la boca, garganta y esófago al entrar en contacto con estos tejidos.
Dolor intenso: La ingestión de cloro provoca dolor intenso en la boca, garganta, pecho y abdomen.
Náuseas y vómitos: El cloro puede causar náuseas severas y vómitos, lo que puede llevar a una deshidratación.
Dificultad para respirar: La inhalación de vapores de cloro puede causar dificultad para respirar, lo que se agrava si el cloro ingerido llega a los pulmones.
Daño en el estómago y los intestinos: El cloro puede quemar y causar ulceraciones en el estómago y los intestinos, llevando a sangrado interno y perforación de los órganos.
Fallo renal y hepático: La toxicidad del cloro puede causar daño severo a los riñones y al hígado, lo que puede llevar a insuficiencia orgánica.
Choque y muerte: En casos graves, la ingestión de cloro puede causar un choque, una caída abrupta de la presión arterial, y eventualmente la muerte.
EC