Diversas corporaciones de auxilio trabajan de manera intensa para sofocar el incendio forestal en la Sierra de Santiago que presuntamente fue provocado por la quema de basura de un lugareño que no ha sido ubicado por las autoridades.
El alcalde David de la Peña, dijo que tienen algunas pistas de quien posiblemente inició el fuego que hasta el momento ha consumido más de 65 hectáreas de vegetación entre hojarasca y pino alto.
"Lamentablemente lo hizo el hombre por una quema de basura mal controlada, el Ejido va a realizar la denuncia y nosotros con ellos para que se castigue de inmediato a quien hizo daño a este bosque, al parecer, un ejidatario de aquí de Mauricio ya tiene ubicado a un sospechoso".
A diferencia de otras eventualidades, en esta ocasión el viento ha sido favorable para apagar las llamas que no han provocado daños a viviendas aledañas.
En la zona de Las Adjuntas, por tierra y por aire, los brigadistas han realizado labores durante largas jornadas para evitar que el incendio pueda propagarse.
Incluso, desde poco antes de las 14:30 horas del lunes que se reportaron los hechos, montaron un campamento en el que pernoctaron para continuar las maniobras., indicó el director de Protección Civil de Nuevo León, Erik Cavazos.
"Fue una atención inmediata y se sumaron todas las fuerzas, aquí en el campamento hay víveres y todo lo suficiente para las 350 personas que estamos trabajando".
Además del apoyo de rescatistas estatales, de Santiago y otros municipios dentro y fuera del área metropolitana, la Conafor y elementos de la SEDENA han participado en el combate al fuego.
Con ayuda de un recipiente denominado "calabaza", los 4 helicópteros que trabajan en la zona afectada se surten de agua que proviene de un río que converge y que forma parte del Cañón de Matacanes.
Con ayuda de una bomba se extrae el líquido del afluente Las Adjuntas y posteriormente se llena el balde de grandes dimensiones cuya capacidad de almacenamiento alcanza hasta para 5 viajes de una de las aeronaves.
El esfuerzo de los brigadistas es mayúsculo y aún con el calor de por medio, cargan equipo especial y un tanque de agua cuyo peso total ronda entre los 35 kilogramos.
Se estima que en 48 horas puedan controlar el siniestro.
Rja