El conductor de un tráiler intentó ganarle el paso al tren y terminó siendo impactado por el mismo en un ejido Gómez Palacio.
La tarde del domingo un tráiler que transportaba pollos frescos fue impactado por la locomotora de un tren al intentar ganarle el paso en el ejido El Cariño en Gómez Palacio.
- Policía
Los hechos sucedieron después de las dos de la tarde cuando la unidad del tráiler de la empresa GR tripulada Fernando de 28 años, por descuido salió del ejido e intentó ganarle el paso a la locomotora para ser impactada en la caja la cual transportaba toneladas de pollo fresco.
Personas al percatarse del accidente de manera inmediata se dieron cita al lugar para comenzar la rapiña de pollos que quedaron en el suelo.
La unidad 4649 del tren que era tripulada por Alfredo quedó varada por más de una hora hasta que los restos de la caja fueron removidos.
Por su parte elementos de Protección Civil de Gómez Palacio, acudieron al lugar del accidente para atender el siniestro donde por fortuna no se presentaron personas lesionadas.
Al último personal de la empresa decimos entregar algunas piezas de pollo que quedaron al interior de la unidad a las familias que se encontraban en el lugar.
Por qué es delito hacer rapiña
La rapiña, o saqueo, es un delito porque implica la apropiación indebida de bienes ajenos, aprovechándose de situaciones de vulnerabilidad, como desastres naturales, conflictos o situaciones de caos social.
Este acto atenta contra el derecho fundamental a la propiedad, que es protegido por la ley en casi todos los sistemas jurídicos. La propiedad privada es un pilar fundamental de la sociedad, y violar este derecho mina la confianza entre los ciudadanos y debilita el tejido social.
Además, la rapiña agrava situaciones de emergencia, ya que las víctimas, que ya han perdido bienes o han sido afectadas por catástrofes, se ven aún más perjudicadas al ser despojadas de sus pertenencias.
Esto genera un clima de inseguridad y temor que puede desestabilizar aún más la situación. En contextos de crisis, el orden y la seguridad son cruciales para la recuperación y la protección de los más vulnerables.
Las leyes que penalizan la rapiña buscan disuadir a las personas de aprovecharse de situaciones de caos o vulnerabilidad para beneficio propio. Además, castigar este tipo de comportamiento asegura que los recursos sean distribuidos de manera más justa, especialmente en tiempos de crisis, y se mantenga el orden y la justicia social.