La situación legal del sujeto de 40 años que presuntamente sedujo y raptó a una adolescente de 15 años en el estado de Hidalgo podría complicarse en las próximas horas.
Y es que Pedro C. actualmente es investigado por el delito de rapto, pues desde hace dos meses sustrajo a la menor mediante engaños, y sin el consentimiento de sus padres.
Además, será investigado por los cargos de violación, ya que presuntamente sometía a la menor bajo amenazas y agresiones físicas.
Mientras el presunto responsable se encuentra a disposición del Ministerio Público en espera de ser imputado ante un juez, la afectada es atendida y resguardada por la Procuraduría de la Defensa del Menor.
Fue el pasado 21 de febrero cuando el adulto raptó a la afectada tras conocerla a través de la las redes sociales. Esto ocurrió en la localidad de Lolotla, Hidalgo, a tres horas de Pachuca, donde se radicó la denuncia y se emitió el reporte de búsqueda.
Primero la menor fue llevada a la Ciudad de México, donde estuvieron varias semanas, y luego se trasladaron a Salinas Victoria, Nuevo León.
Al saber que era buscado por las autoridades, Pedro decidió ocultarse junto con la víctima en un hotel del Centro de Monterrey, donde finalmente fue localizado la mañana del viernes.
¿Qué es y qué implica una sustracción de menores?
La sustracción de menores se refiere al acto ilegal de llevar a un menor de edad fuera de su lugar de residencia sin el consentimiento de sus padres o tutores legales, con la intención de privarlos de su custodia legítima. Esto puede involucrar a uno de los padres, un pariente, un tutor u otra persona sin autorización legal para tomar decisiones sobre el menor.
Implicaciones de la sustracción de menores:
Violación de la custodia legal: La sustracción de menores implica una violación directa de los derechos legales de custodia de los padres o tutores legales del menor.
Riesgo para el menor: La sustracción de un menor puede exponerlo a situaciones de peligro, estrés emocional y trauma, especialmente si es llevado a un entorno desconocido o expuesto a situaciones de abuso o negligencia.
Impacto emocional y psicológico: Tanto para el menor sustraído como para sus padres o tutores legales, la sustracción puede causar un profundo trauma emocional, ansiedad, miedo y angustia.
Conflictos familiares: La sustracción de menores puede desencadenar conflictos familiares prolongados y complicados, que pueden afectar negativamente las relaciones entre los miembros de la familia involucrados.
Problemas legales: La sustracción de menores es un delito en muchos países y puede resultar en consecuencias legales graves para la persona que lleva a cabo la sustracción, incluyendo cargos criminales, multas y posiblemente la pérdida de la custodia legal del menor.
Procesos legales complicados: La resolución legal de casos de sustracción de menores puede ser compleja y prolongada, especialmente si involucra disputas de custodia entre padres separados o divorciados que residen en diferentes jurisdicciones.
Cooperación internacional: En casos de sustracción de menores que cruzan las fronteras internacionales, puede requerirse la cooperación entre diferentes países para localizar al menor y asegurar su retorno seguro a su lugar de residencia habitual.
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