Iñigo Arenas Saiz pudo haber muerto a manos de ‘Las Goteras’

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México considera que hay razones para creer que la banda criminal Las Goteras se encuentra detrás del crimen.

Iñigo Arenas Saiz / Archivo
Ciudad de México /

Luego de que el empresario Iñigo Arenas Saiz fuera encontrado sin vida en un bar del municipio de Naucalpan en el Estado de México, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) tiene en la mira a la banda criminal de Las Goteras, pues se cree que el empresario habría sido víctima de ésta el fin de semana que ocurrieron los hechos.

Las Goteras es una banda criminal compuesta por mujeres que se dedica a robar a hombres en centros nocturnos. La forma en que éstas operan, es mediante la seducción de sus víctimas para después sedarlas utilizando diferentes medicamentos, siendo las gotas oftalmológicas el más común en su modus operandi, razón por la cual se les dio ese nombre.

¿Cómo murió Iñigo Saiz según testigos?

El Club República, uno de los dos antros que vistió el empresario esa noche, el cual está ubicado en avenida Presidente Masaryk, en Polanco, compartió a través de sus redes sociales el momento en el que Arenas Saiz fue supuestamente desalojado por personal de seguridad del lugar, y posteriormente, la alcaldía Miguel Hidalgo señaló que éste se dirigió al cruce de la avenida Emilio Castelar y calle Lafontaine para cenar unos tacos.

En ese sitio, el empresario solicitó un taxi por medio de una aplicación, mismo que lo llevó hasta el bar Black Royce, ubicado en Naucalpan, Estado de México. Una fuente cercana a la investigación confirmó estos hechos.

Los empleados del lugar le permitieron el acceso a pesar de que su servicio finaliza a las 2:00 horas, y en ese momento ya eran casi las 4:00 horas, esto debido a que el empresario, según los mismos empleados, era considerado como un cliente distinguido, sin embargo, esta es la primera vez que se le veía en ese estado.

De acuerdo a conversaciones de whatsapp que sostuvo uno de los empleados del bar Black Royce, antes de entrar al lugar, a Iñigo Arenas se le realizó una revisión corporal en la cual no encontraron sustancia ilícita alguna.

Dentro del lugar, el empresario solicitó el ingreso a un espacio privado, como lo hacía siempre, esto para poder convivir tranquilamente con algunas de las hostess que aparecen en los videos publicitarios del bar.

De acuerdo al empleado, Arenas únicamente estuvo bebiendo agua gasificada dentro del privado, mientras que las mujeres pidieron distintas bebidas alcohólicas.

Fue hasta las 6:00 horas que el empresario comenzó a sentir malestar, por lo que salió apresuradamente del espacio privado y se sentó en una silla que se encuentra a un costado de la salida de emergencia.

En ese momento perdió la conciencia y el empleado comenta que intentaron brindarle los primeros auxilios pero no lograron reanimarlo.

“La verdad está todo claro. No hicimos nada en contra del señor. Se le brindaron los primeros auxilios”, se lee en el último mensaje de whatsapp.

A las 7:35 horas fue alertada la policía municipal, una hora y 35 minutos después de lo ocurrido. Cuando éstos llegaron, se percataron de que el empresario ya no respondía a los llamados, por lo que solicitaron el arribo de una ambulancia, misma que a su llegada realizó el chequeo correspondiente e informó que el sujeto ya no contaba con signos vitales.

Los familiares del empresario identificaron el cuerpo y el médico legista indicó que la muerte fue a causa de una broncoaspiración y que el cuerpo no presentaba ningún signo de violencia.

Seis individuos que trabajaban en el lugar fueron trasladados al Centro de Justicia, entre ellos tres mujeres que se encontraban con el empresario dentro del sitio, además de dos capitanes y un guardia de seguridad.

Fue hasta la mañana del pasado martes 8 de agosto que el agente del Ministerio Público ejecutó una orden de cateo en el inmueble debido a que, como resultado de las investigaciones de campo y gabinete, se determinó que el empresario pudo haber sido intoxicado con medicamento en gotas para los ojos.

Por esta razón, agentes de la Policía de Investigación (PDI), apoyados con una arieta, derribaron una de las puertas laterales para poder ingresar al lugar; los peritos y binomios caninos procesaron la escena en busca de algún indicio de lo mencionado.

Tres de los dispositivos donde se almacenaban las imágenes del circuito cerrado del exterior e interior del lugar fueron asegurados por los servicios periciales.


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