Los cuerpos policiacos de Jalisco enfrentan una escalada de violencia que ha cobrado la vida de 12 elementos en lo que va del año. Estos incidentes reflejan los peligros que enfrentan en su labor de proteger a la población.
Desde enero hasta la fecha, los asesinatos de policías en Jalisco han sucedido en diversos municipios, mostrando un patrón preocupante que afecta tanto a las zonas urbanas como a las rurales.
¿Cómo ocurrieron los asesinatos de policías en Jalisco este año?
En enero, un policía investigador fue asesinado en la colonia Jardines de los Historiadores en Guadalajara. En febrero, dos policías fueron emboscados y asesinados en Huejúcar, mientras que en Zapopan, un elemento fue encontrado muerto tras ser secuestrado.
El mes de marzo registró varios casos: un policía de Guadalajara fue abatido tras atender un reporte; Daniel Inzúa, policía estatal, murió luego de presuntas amenazas del crimen organizado; en Mezquitic, un elemento murió tras discutir con otro policía, y otro oficial fue asesinado en Unión de San Antonio.
En junio, en Tizapán, un policía fue hallado sin vida en un vehículo. En julio, en Tlaquepaque, el comandante Juan José Gutiérrez fue asesinado frente a sus hijos, sumándose otro caso en el mismo mes.
El hecho más reciente involucra a un policía estatal que denunció el secuestro de su familia y fue posteriormente asesinado. También se reportó la muerte de un elemento de la Guardia Nacional tras un enfrentamiento con delincuentes.
¿Qué impacto tiene la violencia contra los policías en Jalisco?
El asesinato de policías no solo afecta a las corporaciones, sino que desmoraliza a sus compañeros y deja un vacío en las comunidades. Además, evidencia el nivel de riesgo que enfrentan quienes buscan proteger a la sociedad.
Estos crímenes resaltan la necesidad de fortalecer la seguridad de los cuerpos policiacos y garantizar que puedan realizar su trabajo sin temor a represalias por parte del crimen organizado.
MQ