Un joven fue detenido por oficiales de la Policía de Monterrey cuando pretendía escapar de la autoridad, al revisar su estatus legal se confirmó que cuenta con una orden de aprehensión vigente por el delito de violencia familiar.
La detención de Abrahán Alejandro H., de 22 años de edad, se registró en las calles Zapopan y Ombú, en la colonia Cedros.
- Policía
El joven fue detenido tras intentar huir de las autoridades, motivo por el cual lo siguieron y le dieron alcance, al revisar su situación legal se confirmó que cuenta con una orden de aprehensión vigente por el delito de Violencia Familiar, por lo que quedó a disposición de las autoridades correspondientes.
¿Qué implica el delito de violencia familiar?
El delito de violencia familiar implica una serie de actos abusivos, ya sean físicos, psicológicos, sexuales, económicos o de otro tipo, cometidos por un miembro de la familia contra otro. Estos actos están destinados a causar daño o sufrimiento y a menudo se producen en un contexto de poder y control dentro del hogar. Aquí se detallan algunos de los aspectos clave que implican este delito:
Violencia Física: Golpes, empujones, estrangulamiento, uso de armas, o cualquier otro tipo de agresión física que cause daño corporal.
Violencia Psicológica o Emocional: Insultos, humillaciones, amenazas, manipulación, aislamiento social, y cualquier otro comportamiento que tenga como objetivo desvalorizar o intimidar a la víctima.
Violencia Sexual: Coerción o abuso sexual, incluido el contacto sexual no consensuado, la violación y cualquier forma de explotación sexual.
Violencia Económica: Controlar los recursos económicos de la víctima, impedirle trabajar, o tomar decisiones financieras sin su consentimiento, con el fin de hacerla dependiente económicamente.
Violencia Patrimonial: Destrucción o daño a los bienes de la víctima, o el uso de sus recursos sin su consentimiento.
Consecuencias Legales
El delito de violencia familiar puede tener serias consecuencias legales, que varían según la jurisdicción, pero que generalmente incluyen:
Órdenes de protección: La víctima puede obtener una orden judicial que restrinja al agresor de acercarse o comunicarse con ella.
Procesamiento penal: El agresor puede ser arrestado, juzgado y condenado, enfrentando penas que pueden incluir multas, servicios comunitarios, y/o prisión.
Custodia y derechos de visita: La violencia familiar puede afectar las decisiones judiciales sobre la custodia de los hijos y los derechos de visita del agresor.
Reparación del daño: El agresor puede ser obligado a pagar por los daños físicos, emocionales y materiales causados a la víctima.
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