Un fuerte incendio durante la noche de este sábado movilizó a elementos de Protección Civil del Estado en el Cerro de la Loma Larga en el municipio de San Pedro.
El reporte se dio cerca de las 21:10 horas, cuando se alertó a los cuerpos de auxilio sobre una fuerte llamarada en lo alto del Cerro justo sobre el Túnel de la Loma Larga, por lo que rescatistas acudieron al sitio.
Desde varios puntos tanto del municipio de San Pedro como de Monterrey se podían visualizar las llamas por lo que usuarios de redes sociales compartieron videos de la situación.
Personal de Protección Civil de San Pedro, el Estado y Bomberos Nuevo León, trabajaron en el control y posterior sofocación para evitar que las llamas pudieran llegar a las zonas residenciales que se encuentran cerca de este lugar.
Se informo que lo que se consumió en el sitio, únicamente fueron hierba seca y arbustos por lo que no se reportaron afectaciones de relevancia, ni personas lesionadas tras este siniestro.
Las autoridades continúan investigando el origen del incendio, por lo que no se descarta que hubiera podido ser provocado, sin embargo, esta versión deberá ser confirmada por las autoridades.
¿Cómo evitar incendios en cerros?
Para prevenir incendios en un cerro, es fundamental implementar un manejo cuidadoso y sistemático de la vegetación, ya que la acumulación de material combustible, como hojas secas, ramas caídas y pasto alto, aumenta significativamente el riesgo de que un fuego se propague rápidamente.
Realizar labores de desbroce periódicas es clave para mantener el suelo libre de estos elementos, lo que incluye cortar y retirar las hierbas secas, ramas muertas y otros residuos vegetales que puedan acumularse con el tiempo.
Es recomendable también la poda de árboles y arbustos para reducir la cantidad de material combustible en altura, lo cual puede ayudar a prevenir que un incendio se extienda hacia la copa de los árboles, donde se vuelve más difícil de controlar.
Además de la limpieza regular, es esencial crear cortafuegos, que son franjas de terreno despejado, sin vegetación, diseñadas para detener o ralentizar la propagación del fuego. Estos cortafuegos deben ser lo suficientemente anchos y estratégicamente ubicados en zonas donde el fuego pueda avanzar rápidamente, como laderas empinadas o áreas con densa vegetación. Implementar estas medidas no solo reduce la posibilidad de que un incendio comience, sino que también limita su capacidad de expandirse, facilitando así la labor de los equipos de emergencia en caso de un siniestro.