Hombres armados emboscaron a policías de Santa Catarina que se encontraban realizando un operativo nocturno de seguridad, desatando terror entre los vecinos de varios sectores.
El saldo del fuego cruzado fue de un policía gravemente herido, además un presunto delincuente y una mujer ajena a los hechos, heridos de bala.
Una fuente reveló que el enfrentamiento derivó cuando los uniformados detuvieron a un hombre, cuyo delito no se especificó.
Se detalló que los delincuentes armados viajaban en una camioneta y en un auto compacto cuando intentaron liberar al detenido que iba esposado y era trasladado en la patrulla 1106, la cual presentó múltiples huellas del tiroteo.
En el intercambio de balas, un uniformado resultó con al menos tres impactos y fue trasladado al Hospital Universitario, mientras que el presunto delincuente resultó con una herida en una mano y fue enviado a un centro hospitalario.
La patrulla baleada quedó en el cruce de las calles Coatlicue y Chimalpopoca, en la colonia Cima del Poniente.
Además de ese punto, hubo otras zonas de enfrentamiento entre hombres armados y policías municipales, en donde una mujer que se encontraba dormida en su vivienda fue alcanzada por una bala perdida.
Los hechos iniciaron minutos antes de las 2:00 horas del viernes en calles de la colonia Eugenio Canavati y se extendió por otros sectores del municipio, en donde vecinos advirtieron de la situación de riesgo mediante redes sociales.
El sonido de los disparos de arma de fuego fueron videograbados por vecinos de algunas colonias, entre ellas Las Palmas, Villas de San Humberto, Privadas del Poniente, Rincón de las Mitras y La Fama.
Los vecinos se alarmaron por las múltiples detonaciones por armas de fuego cortas y largas que se extendieron durante la madrugada.
Más tarde, la presencia de agentes ministeriales y militares se incrementó en la zona ante diversos recorridos de vigilancia y resguardo.
Horas antes del ataque, el operativo de seguridad inició en calles de la colonia Puerta Mitras, el cual fue encabezado por el alcalde Jesús Nava.
cog