Carolina Herrera era una niña de 12 años de edad que luchaba por salir adelante de un diagnóstico de leucemia linfoblástica tipo B y que por la negligencia del personal médico de la clínica de especialidades No. 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social, perdió la vida el pasado 10 de enero.
Su madre relata que Carolina tenía poco más de 20 días internada en la clínica para recibir quimioterapia, pero fue hasta el ocho de enero que comenzó a sentir un fuerte dolor en el pie a la altura del tobillo, por desgracia, la niña comenzó con el padecimiento el sábado, cuando ya no había personal médico en el área de pediatría y oncología.
Luego de comunicarle a las enfermeras sobre el dolor de su hija, estas se comunicaron con la directora de hematología quien indicó vía telefónica el suministro de medicamento analgésico para el dolor.
La menor comenzó a tener otro color en la piel
Fue hasta el domingo 09 de enero, cuando Carolina comenzaba a mostrar otra coloración en la piel que una médico internista le realizó un ultrasonido venoso que dio como resultado el diagnóstico de una trombosis por lo que supuestamente se indicó de inmediato a la central de enfermería suministrar anticoagulantes, situación que nunca sucedió.
La mañana del lunes diez de enero los médicos se percataron de la gravedad de la niña por lo que de inmediato la trasladaron al área intensiva en donde fue intubada y sufrió siete paros cardíacos antes de morir.
Ahora sus padres tienen la opción de recibir por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social una indemnización de casi medio millón de pesos, o seguir en la lucha para lograr que las autoridades castiguen a los médicos responsables.
Los padres de la menor aseguran que no aceptarán la indemnización que ofrece la institución médica a cambio del perdón al personal involucrado.