Un verde con formación priista y cercanía morenista de cuna, ese sería la definición más breve y exacta de Manuel Velasco, que está en la antesala de cumplir el sueño de su familia: la Presidencia de la República.
Sus abuelos fueron parte importante en su formación y alianzas políticas. Manuel Velasco Suárez, ex gobernador de Chiapas, fungió como su mentor y, cuentan los cercanos a El Güero, que fue él quien le incrustó la idea de que llegará a ser presidente de México.
Para lo cual lo fue formando en los entretelones políticos en reuniones con diputados, senadores, gobernadores y hasta secretarios de Estado. Con apenas 21 años, su abuelo lo fue soltando un poco para que labrara su camino y llegó a ser diputado local de su natal Chiapas bajo las siglas del Partido Verde.
Tres años más tarde, y siguiendo los pasos de su nuevo mentor: Jorge Emilio González, llegó a la Cámara de Diputados y su disciplina y mantenerse fuera de los escándalos públicos y privados de los que era habitual El Niño Verde, le valieron llegar en 2006 al Senado de la República.
Esos seis años ocupando un escaño fueron los más provechosos para El Güero, pues tendió puentes con los pesos pesados de la política como Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam, Francisco Arroyo Vieyra, Beatriz Paredes, pero no solo del PRI, también del PAN como Santiago Creel, Gustavo Madero, del PRD, Carlos Navarrete, Ricardo Monreal y hasta del naciente MC con Dante Delgado.
Y fuera de la entonces casona de Xicoténcatl también construyó alianzas con los entonces gobernadores, pero una fue la que valió el reino: la que mantuvo con el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Ya divorciados del PAN desde que ganaron la elección de 2000 que llevó a Vicente Fox a la presidencia, el Partido Verde cambió sus principios por otros y encontró en el PRI un aliado para disputar las elecciones en 2006 y 2012.
Los primeros en pronunciarse por la candidatura de Peña Nieto, madrugando al PRI, fueron El Niño Verde y Velasco, este último lo ha hecho un hábito al destapar en sus redes sociales a Beltrones a presidencia del PRI y recientemente a Delfina Gómez como gobernadores del Estado de México en momentos en los que la ley electoral no lo permitía, entre muchos otros.
El gesto con Peña Nieto le ayudó para que el PRI lo arropara e impulsará su candidatura en Chiapas, donde arrasó sin mayor problema para hacerse de la gubernatura en 2012.
Al tener cobertura nacional, Velasco no solo se enamoró de la estrella pop del momento, Anahí, reactivó el equipo los Jaguares de Chiapas y hasta fue anfitrión de una visita del Papa Francisco.
Siguiendo los pasos ahora de EPN, Velasco contrajo nupcias con Anahí en abril de 2015, en una boda muy familiar, sencilla y “romántica” de acuerdo a las revistas de sociales, en la que no tuvo luna de miel por cuestiones de trabajo. A la distancia y viendo el resultado que tuvieron las bodas este sexenio que varios cargos públicos ha cobrado, fue la mejor decisión.
Por aquellos años su otro abuelo, Fernando Coello Pedrero, fue anfitrión y hasta acompañó en su gira por el sur del país a Andrés Manuel López Obrador, era habitual verlo en los templetes del naciente Morena, o ambos tomando un café de la zona.
La relación que mantenían desde hace varias décadas López Obrador y Coello fue la llave que abrió la alianza del Verde y Morena, en la que Velasco fue la pieza fundamental.
A pesar de que apoyó a José Antonio Meade en la campaña presidencial del 2018, incluso con el evento de apertura de actividades, Velasco estaba decantado por López Obrador.
Tras cinco años como senador, manteniéndose discreto y leal a las votaciones de la 4T, levantó la mano para ser considerado Corcholata para la presidencia en 2024.
JB