El crecimiento poblacional y de bienestar social que tiene en la actualidad el Área Metropolitana de Monterrey va de la mano con su desarrollo de infraestructura urbana, y esto solo ha sido posible debido al uso de distintos materiales de construcción como el acero y sus derivados, ladrillo y tabique, pero sobre todo el cemento y el concreto, gracias a los cuales hoy tenemos casas, puentes y caminos de muy alta calidad y que perduran por mucho tiempo.
Desde el siglo XV, las comunidades comandadas por Luis Carvajal y Diego de Montemayor colocaron los primeros cimientos de lo que hoy conocemos como la Sultana del Norte.
Durante los tres siglos siguientes, la piedra, el adobe, el adoquín, el sillar, la madera y el ladrillo fueron los principales insumos al momento de construir vivienda y pavimentar calles, pero debido a su baja resistencia, con el tiempo comenzaron a ser desplazados por un nuevo material: el concreto.
A inicios de 1900, con la puesta en marcha de una inversión histórica de más de un millón de pesos, la compañía Cementos Hidalgo comenzó su producción de forma local, un hecho que marcaría un antes y después en el desarrollo de Nuevo León.
Las primeras casas de concreto en el estado comenzaban a ser más resistentes ante las inclemencias del clima; ahora, junto al acero, soportarían de mejor manera el frío, la lluvia, el viento y la radiación solar, lo que traería un importante cambio urbano a la metrópoli regiomontana.
Su resistencia, elasticidad, dureza, contracción y durabilidad han hecho que el concreto se posicione como el segundo material más usado en el mundo, solo por detrás del agua.
El concreto es una mezcla de cemento, grava, aditivo, agua y hielo, y puede ser empleado en una gran variedad de edificaciones, como losas, muros, rampas y hasta casas habitación.
En dicha fórmula el cemento es la parte más importante del concreto, ya que sus propiedades brindan la unión homogénea perfecta para el endurecimiento del material y resistencia de la construcción.
Durante los últimos 30 años, el progreso urbano de Monterrey ha estado ligado al uso de concreto en su desarrollo integral. Mayor oferta y cantidad de vivienda, escuelas, hospitales y centros comerciales han permitido el tan anhelado crecimiento económico de la ciudad.
Nuevas y más vialidades construidas, algunas ahora con concreto hidráulico, brindan un mejor manejo y conexión vial a los más de 2 millones y medio de automóviles registrados ante el Instituto de Control Vehicular de Nuevo León.
Tal ha sido la evolución del concreto y el cemento, que durante 2022 CEMEX lanzó al mercado Vertua, una gama de concretos bajos en emisiones de carbono, mismos que ya están siendo empleados en Nuevo León dentro de la nueva era de la construcción sostenible.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020 Nuevo León registró más de un millón 650 mil viviendas edificadas, la gran mayoría construidas a base de concreto, y que ahora proporcionan un hogar seguro para los más de 6 millones de habitantes de la ciudad cobijada por el icónico cerro de La Silla.
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