El director de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, reveló que la administración de Jaime Rodríguez Calderón sabía desde el año 2020 que el nivel de las presas de Nuevo León era bajo, y que se secarían en algún punto.
En entrevista para Telediario, el titular de la paraestatal expresó que el gobierno en turno inició acciones para racionar el agua como bajar la presión desde el 5 de octubre, día que Samuel García tomó el cargo como gobernador.
Explicó que el consumo de agua en el Área Metropolitana es alto, aunque la demanda actualmente es mayor, por lo que alrededor de un dos por ciento de la población no tiene agua en el horario marcado por Agua y Drenaje.
“El consumo que estamos registrando ahorita es de 13 mil 800 litros por segundo, es una cantidad enorme, para que te des una idea, con ese volumen de agua llenas una alberca olímpica en tres segundos, es muchísima agua, y es lo que se está consumiendo, pero la demanda es superior.
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“En estas épocas la demanda anda en 16, 16.5 metros cúbicos por segundo, ese diferencial es lo que nos está faltando, aproximadamente un 20, un 25 por ciento…”, mencionó.
Además, detalló que las fuentes de abastecimiento de agua yacen en el sur de la entidad, por lo que la zona sur del Área Metropolitana no tenía problemas con el líquido, pero el norte sí.
“¿Y que hicimos? Había una inequidad generalizada en la zona metropolitana, porque nuestras fuentes de abastecimiento están todas por el sur, La Huasteca, la Presa de La Boca, El Cerro Prieto, El Cuchillo, entonces la zona su sur de la Ciudad no estaba teniendo problemas, pero el norte y particularmente el norponiente, estaban batallando mucho”, indicó.
Barragán fue cuestionado sobre una reacción tardía para enfrentar la crisis de agua con pipas y otras medidas de distribución, a lo que contestó que fueron trabajando con base en el clima, de manera gradual con las medidas preventivas.
“La verdad comenzamos a actuar en función del clima, ustedes han visto que el clima no ha sido nada benéfico este año. El mes de marzo llovió cero, el mes de abril llovió 40 por ciento de las lluvias esperadas, igual en mayo, nosotros hemos ido reaccionando en función del clima, y como cada vez, el clima ha estado bastante difícil pues hemos tenido que ir apretando”.
Alegó que las pipas han sido un problema, pues el Gobierno de Nuevo León ha tenido que adquirirlas en otras entidades.
“Empezamos la adquisición de pipas, pero no hay muchas pipas en el mercado, las que estamos trayendo ahorita vienen de Durango, vienen de Sinaloa, vienen de Tamaulipas, vienen de San Luis Potosí, porque las pipas de aquí de Monterrey ya se acabaron”.
Dejó ver que la perforación de pozos y la ingeniería para ahorrar el agua fue implementada de manera tardía debido a que la administración anterior dejó las arcas del Estado con poco presupuesto.
“Iniciamos el 5 de octubre disminuyendo la extracción de las presas y bajando las presiones (...) La verdad es que, desde el año 2020, se sabía que las presas se iban a secar y las acciones se debieron haber iniciado en el año 2020.
“Los niveles de las presas estaban sumamente bajos, y quizás esperanzados a que llegara un huracán, patearon el bote como se dice, pero todo el año pasado estaban sacando seis metros cúbicos a Cerro Prieto y a La Boca, nos las dejaron secas”
“Nos dejaron sin dinero, con 20 millones nos dejaron en caja. Ahorita tenemos 500 millones que nos ayudan a hacer estas inversiones, sin dinero ¿cómo le hacíamos? Desde diciembre comenzamos las primeras ingenierías y ya en enero trabajos en pozos. A finales de enero, algo muy importante, se declaró la emergencia, porque gracias a eso podemos acelerar los procesos de contratación”.
Entre los principales trabajos, dijo, se encuentra la construcción del segundo acueducto en la Presa El Cuchillo que se espera esté lista en dos años.
“Estará en aproximadamente 2 años, estamos iniciando la etapa de ingenierías a detalle. Comenzamos a revisar este proyecto desde el 5 de octubre, o sea, no estamos haciéndolo ahorita, sólo se anunció... Queríamos que pasarán las elecciones en Tamaulipas.
“El 5 (de octubre) empezamos a ver las problemáticas políticas que pudieran generarse, muy pronto iniciaremos los trabajos. Samuel tomó la decisión de darle para adelante... Es un acueducto de más de 110 kilómetros de longitud. Tenemos que hacer el paralelo, un emisor que regrese el agua tratada hasta la presa Marte R. Gómez, el emisor puede tardarse un poco más; una vez teniendo ese acueducto tendremos la certeza de que no volvamos a tener una crisis como esta en la ciudad”.
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