El grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, PRI, formuló una iniciativa de reforma a las Leyes de Salud estatal y para la Protección y Preservación del Ambiente del Estado de Guanajuato, con la finalidad de atender el problema del ruido y las vibraciones de alta intensidad.
En ese sentido, se pretende que se manejen como temas de salud, conforme a los criterios internacionales, y que la Secretaría de Salud verifique, en coordinación con las autoridades ambientales, que antes de autorizar el funcionamiento de centros de reuniones o de espectáculos compruebe que cumplan con la Norma Oficial Mexicana y demás leyes en materia de emisión del ruido.
De igual manera, para que se incluya en la Ley para la Protección y Preservación del Ambiente a la Secretaría de Salud como autoridad con competencia en esa materia y se integre a los consejos consultivos ambientales en la entidad.
Sobre la iniciativa que fue turnada a la Comisión de Salud Pública para su estudio y dictamen; el diputado local Gustavo Adolfo Alfaro Reyes, manifestó que el derecho humano a la protección de la salud es el objetivo que tiene dicha propuesta ya que, conforme al principio de interdependencia, está íntimamente relacionado con otros derechos, pero interesaba su interrelación con el derecho humano a la protección y disfrute de un medio ambiente sano.
“Con estas medidas legislativas, la ciudadanía podrá acudir con las autoridades municipales o del estado en materia de salud y de protección al medio ambiente a emitir sus quejas sobre fuentes productoras de ruidos o sonidos y vibraciones de alta intensidad de centros de reunión o espectáculos”, puntualizó.
El legislador precisó que este era uno de los problemas, que en principio se considera de carácter ambiental, más relevante en la actualidad en el mundo, y ha comenzado a ser cuestión de trascendencia en la salud física y ambiental para los gobernantes.
Finalmente mencionó que la directriz de la unión europea sobre la evaluación y gestión del ruido ambiental requiere que los estados miembros establezcan planes de acción para controlar y reducir los efectos nocivos de la exposición de las personas al ruido, porque existe evidencia científica sobre la causa de molestias, perturbación del sueño y la afectación al rendimiento cognitivo que produce el ruido, tanto en niños como en adultos.