El martes a las 9 de la mañana falleció Aniri, de 37 años, a causa de complicaciones respiratorias derivadas de la meningitis. Su deterioro comenzó tras contagiarse durante una operación en el Hospital Santé de la capital de Durango.
David Payán, encargado de atención a víctimas, confirmó la noticia. Aniri fue una de las pacientes que permaneció hospitalizada por más tiempo desde el inicio de la crisis sanitaria, que comenzó en noviembre del año pasado.
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Sus primeros síntomas aparecieron el 31 de agosto, poco después de someterse a una cesárea en uno de los hospitales privados que ahora están cerrados. Fue ingresada en el Hospital 450 y luego trasladada al Instituto de Seguridad Social y Servicios para Trabajadores del Estado el 1 de noviembre, donde permaneció durante más de medio año.
En los últimos días, su condición se agravó debido a secuelas respiratorias y se le practicó una traqueotomía para facilitar su respiración. Sin embargo, a pesar de la ayuda mecánica, no fue posible regularizar su respiración.
¿Qué le dijeron los médicos a los familiares?
Payán explicó que los médicos consultaron con la familia antes de fallecer para la práctica de la reanimación cardiorrespiratoria, pero esta habría sido aún más perjudicial para la paciente. De los 80 casos confirmados, hay 41 casos de sobrevivientes. En la actualidad, siete personas se encuentran en condición ambulatoria y un niño está estable.
Los otros 33 casos no son ambulatorios, ya no ingresan al hospital para recibir medicación, pero cuatro de ellos tienen secuelas que podrían ser permanentes. Dos de ellos tienen problemas visuales (glaucoma) y uno de ellos ha perdido la vista por completo. Los otros dos pacientes están en silla de ruedas debido a secuelas motrices y están siendo observados por especialistas.
EC