El director del Instituto de Ciencias y Medicina Genómica en la Comarca Lagunera, Rafael Argüello mencionó que, aunque empresas farmacéuticas y universidades del mundo realizan investigación, el avance en medicamentos para curar enfermedades graves como el cáncer o el VIH es mínimo.
Explicó que en 250 años la medicina “está atorada” en ese ámbito, aunque también reconoció que la enfermedad del cáncer es un negocio multimillonario entendiendo que las empresas farmacéuticas invierten fuertes cantidades en investigación y buscan recuperar lo invertido.
Eleno Hernández Martínez, integrante del CETAOS de UAAAN y homeópata dijo que la medicina en sí no es una ciencia como sí lo es la genética, la bioquímica, la anatomía y la fisiología. Indicó que en la UAAAN analizan la problemática social de la medicina y buscan alternativas que pueden llevar a pueblos que no tienen acceso a la medicina convencional.
Edgar Cervantes Álvarez, encargado del área de Vinculación del Centro de Terapias Alternativas y Orientación a la Salud de UAAAN y Terapeuta complementó lo anterior y expuso que en el Centro de Terapias tienen proyectos de desarrollo en comunidades rurales y analizan plantas usadas en la región pues vieron la necesidad de rescatar esos conocimientos.
Comentó que actualmente trabajan con “Farmacias Vivientes”, que son huertos donde cultivan plantas medicinales que tienen una aplicación real.
Expresó que la mayor crítica a la medicina alternativa es que no tiene un respaldo científico pues no es tan sencillo realizarlo.
El médico Tomás Galván aclaró que desde 1995 y ratificado en el año 2012 el gobierno sólo autoriza y reconoce la homeopatía y la acupuntura como alternativas de salud en donde un médico puede involucrarse.
Enunció que para ser aprobada alguna alternativa debe estar basada en experiencias donde hay un análisis, experimentación, método científico y sobre todo hay un resultado medible.
Los participantes coincidieron en que gran parte de alternativas médicas son rechazadas ante la gran proliferación de productos “milagro” surgidos por las “flexibilidades” que existen en la Secretaría de Salud que son aprovechadas por oportunistas lo que hace difícil distinguir lo bueno de lo malo.