Una extraña y divertida anécdota ocurrió en 2016 y tuvo como protagonistas a un par de ladrones que tenían pensado que sería buena idea robar la gasolina de un autobús, pero todo les salió totalmente mal. Los sujetos no identificados ubicaron durante la noche un autobús estacionado en la ciudad de Laverton, Australia y para lograr su cometido, comenzaron a extraer gasolina del vehículo succionándola con la boca, pero olvidaron un pequeño detalle: verificar si el agujero era el correcto.
En su grave error, los individuos estaban extrayendo líquidos directamente del tanque de aguas residuales del camión y así lo constató la policía al encontrar un tapón al lado y no había rastro de gasolina, sino de “otros restos”.
“Podemos suponer que se retiraron muy deprisa, con un sabor algo agrio en la boca”, dijo el portavoz de la policía Heath Soutar. Además, el Departamento de Policía aclaró que no tiene interés en recuperar lo que los ladrones robaron del autobús, pero aún siguen buscándolos.
“Hola a todos. Sólo en LA. Estamos investigando este caso y siguiendo nuestras narices en busca de algunas pistas. Esperamos resolverlo”, escribió en Twitter la Policía de Laverton con ironía. La policía de Australia Occidental fue incluso más allá haciendo una broma, preguntando si debían realizar “pruebas aleatorias de aliento” para ayudar a capturar a los sospechosos.
Pudieron o no ser capturados, pero el “karma” actuó por sí solo contra este par de delincuentes, dejándoles un ‘mal sabor de boca’.